El dólar abrió la jornada a la baja tras la escasez de datos económicos causados por el cierre gubernamental más largo en la historia de Estados Unidos. La TRM para hoy se sitúa en $3.807,06, mientras que el dólar cayó hasta un mínimo de $3.785 y se negoció en un rango máximo de $3.790 en operaciones por US$2 millones.
Este cierre prolongado en EE.UU. mantiene a los mercados a ciegas, sin señales claras sobre la trayectoria de las tasas de interés, lo que genera volatilidad. El índice bursátil estadounidense cayó un 1,8% esta semana sin catalizadores claros, pero los inversionistas mantienen un optimismo moderado apoyado en sólidos resultados empresariales y la expectativa de una flexibilización monetaria futura por parte de la Reserva Federal.
“El sentimiento general es probablemente de cautela moderada”, dijo Karen Georges, gestora de fondos en Ecofi.
Los flujos de capital hacia fondos de renta variable estadounidense continúan positivos, con entradas por US$19.600 millones la semana que finalizó el 5 de noviembre, acumulando ya ocho semanas consecutivas de entrada según datos de EPFR citados por Bank of America.
En cuanto al petróleo, los futuros del Brent subieron un 1% para ubicarse en US$63,98 por barril, y el WTI también ganó un 1% hasta US$60,04. Sin embargo, ambos referentes están en camino a cerrar la segunda semana consecutiva con pérdidas superiores al 1,5% dadas las preocupaciones por un exceso de oferta mundial y menor demanda desde EE.UU.
El aumento inesperado de 5,2 millones de barriles en las reservas petroleras de EE.UU. alimentó los temores de sobreoferta, mientras que los principales productores globales han incrementado su producción. Ole Hvalbye, analista de SEB, señaló que “el mercado sigue sopesando un creciente superávit petrolero frente a una situación macroeconómica mixta”.
Arnaud Faller, director de inversiones de CPR Asset Management, descartó correcciones importantes en el corto plazo, resaltando la ausencia de catalizadores fuertes hasta fin de año.
En resumen, la incertidumbre por el cierre político en EE.UU. afecta directamente la cotización del dólar, mientras que el petróleo resiste ligeras alzas tras semanas bajo presión debido a la oferta excesiva y la desaceleración en la demanda estadounidense.


































