Las bananas son una de las frutas más consumidas en Argentina, pero también las que más rápido se pudren, especialmente con el calor. El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay compartió consejos claves para conservarlas frescas y amarillas por varios días sin afectar su sabor ni textura.
El dato principal: no separes las bananas del racimo. Al hacerlo, acelerás la oxidación y la maduración. Además, envolver el extremo superior del racimo con film transparente o papel aluminio reduce la liberación de etileno, un gas natural que las frutas producen y que acelera su maduración.
Desde el sitio gastronómico Bon Viveur confirmaron este consejo y agregaron otros prácticos: conservarlas a temperatura ambiente, evitar el frío de la heladera que oscurece la cáscara y arruina la textura, y mantenerlas alejadas del sol y de corrientes de aire. Asimismo, no conviene ponerlas cerca de otras frutas maduras como manzanas o peras, porque el etileno que liberan afecta a las bananas.
El método es simple y barato: envolver con film el tallo donde se unen las bananas ayuda a frenar la liberación de gases y prolongar su vida útil.
¿Qué hacer cuando las bananas ya están maduras?
Si las bananas empiezan a oscurecerse por dentro, no hay que descartarlas. Siguen siendo aptas para consumo y son la base para muchas recetas caseras fáciles y económicas.
Por ejemplo, para hacer un helado de piña y banana (65 calorías por porción), basta con licuar 250 g de piña, 150 g de banana, 100 ml de agua y 20 g de azúcar, luego congelar en moldes. También se puede preparar una torta de banana y canela, con 2 bananas grandes, harina leudante, leche, azúcar, huevo, aceite, canela y esencia de vainilla horneada a 180°C por 20 minutos.
Estos consejos prácticos llegan en pleno verano y resultan claves para evitar el desperdicio, ahorrar y disfrutar la fruta en su mejor punto por más tiempo.


































