Un hombre de 48 años fue acusado por homicidio voluntario tras confesar el asesinato de una mujer de 81 años en su domicilio de Voiron, Isère. Según el fiscal de Grenoble, Etienne Manteaux, el sujeto apuñaló a la anciana 11 veces, causando la muerte por al menos cuatro heridas mortales en tórax y abdomen.
El cuerpo de la mujer, que vivía sola y era muy frágil – medía 1.46 m y pesaba 33 kg – fue hallado el 28 de octubre por una amiga. La víctima no tenía familiares directos ni sumas relevantes en su cuenta bancaria. El agresor, ex ambulanciero, no tenía empleo ni domicilio fijo y fue detenido el miércoles tras investigar cámaras de seguridad.
Tras el asesinato, el hombre usó la tarjeta bancaria de la víctima para pagar 350 euros en bienes básicos, viaje en tren y alojamiento para él y su compañera. Según el fiscal, no hubo gastos ostentosos, solo compras corrientes.
“Él dijo que necesitaba dinero y no se atrevió a pedírselo a la víctima”, explicó Manteaux.
El detenido, padre de tres hijos y con antecedentes por violencia familiar, afirmó que el crimen no fue premeditado. Se mostró distante y aunque expresó remordimiento, sus palabras sonaron frías para las autoridades.
La policía judicial de Grenoble calificó el caso como “sórdido” y motivado por razones triviales. La compañera del agresor, que fue llevada con él tras el asesinato, no tendría conocimiento del homicidio, según las investigaciones preliminares.
Se están realizando peritajes psicológicos al detenido y se continúan analizando imágenes de vigilancia para reconstruir el día del crimen, el 26 de octubre.
Esta investigación revela la vulnerabilidad de personas mayores aisladas y la brutalidad de un crimen motivado por una suma mínima de dinero.


































