Las acciones del sector tecnológico siguen presionadas en Londres y Wall Street tras una semana complicada por el temor a una burbuja de inteligencia artificial (IA). El viernes, gigantes como Nvidia, Meta, AMD, Tesla y Palantir sufrieron notables caídas, borrando las ganancias acumuladas en lo que va de año.
El desplome está vinculado a la preocupación que generan las valoraciones extremas y el elevado endeudamiento corporativo para financiar proyectos de IA. Oracle cayó casi un 2% solo el viernes, cerrando una semana con pérdidas del 9%, mientras que AMD perdió casi un 9% en los últimos cinco días y Broadcom cedió un 5%.
Las dudas se intensificaron tras las declaraciones de Sarah Friar, directora financiera de OpenAI, que mencionó buscar apoyo financiero de bancos, fondos privados e incluso alguna forma de respaldo gubernamental para ampliar la infraestructura de IA. Esta insinuación generó brevemente rumores sobre una posible intervención pública, aunque el CEO Sam Altman aclaró rápidamente que la compañía no desea garantías estatales y que los contribuyentes no deben asumir pérdidas.
“Ver que las acciones que están a la cabeza en desarrollo de IA caen así, sin un motivo claro, no es habitual”, dijo David Morrison, analista senior en Trade Nation.
Los récords en deuda fuera de balance también preocupan. Meta levantó $30.000 millones con un préstamo privado con Blue Owl, y Alphabet emitió bonos por $17.500 millones en EEUU y otros €6.500 millones en Europa, lo que añade presión en medio del despliegue de inversiones masivas en IA.
Tesla cayó un 3,5% pese a que sus accionistas aprobaron un paquete de hasta $1 billón para Elon Musk, condicionado a un crecimiento espectacular en valor de mercado durante la próxima década, un objetivo que los inversores ven lejano e incierto.
¿Una corrección momentánea o el inicio del fin?
Algunos expertos creen que la caída podría ser una pausa temporal en un ajuste más amplio. Leah Bennett, estratega jefe de Concurrent Asset Management, señaló que “la corrección en IA se debe más a una rotación de activos que a un colapso; hay gasto sólido en IA y la subida podría retomarse, pero las valoraciones siguen siendo altas”.
El contexto económico también pesa. La paralización del gobierno estadounidense ha reducido la disponibilidad de datos oficiales, como el informe de empleo no agrícola, que no se ha publicado por dos meses consecutivos. A esto se suma la caída en la confianza del consumidor, registrada por la Universidad de Michigan, complicando la toma de decisiones en mercados que ya están tensos.
No obstante, el ex presidente de la FCA, Adair Turner, minimizó los temores sobre una crisis financiera impulsada por la IA:
“Las mayores crisis financieras en 50 años han tenido origen en crédito, y eso no está pasando con la IA hoy; es más un tema de valoraciones y sentimiento.”
El Nasdaq cerró el viernes con leves pérdidas, pero la presión sobre los “magníficos siete” –Nvidia, Meta, Amazon, Apple, Microsoft, Tesla y Alphabet– es clara. Nvidia, AMD y Palantir acumulan caídas de dos dígitos en cinco jornadas y el sector tecnológico en Reino Unido y EEUU encara un desafío clave: equilibrar la euforia por la innovación en IA con las dudas por precios inflados y costes financieros crecientes.


































