La Asamblea Nacional francesa aprobó este sábado un controvertido enmienda que obliga a extranjeros fuera de la Unión Europea con visa de larga duración “visitante” a aportar una contribución financiera para recibir atención médica en Francia.
La medida forma parte del proyecto de ley de financiamiento de la Seguridad Social para 2026 y fue votada con 176 votos a favor y 79 en contra. Se busca reducir el déficit del sistema, previsto en al menos 23.000 millones de euros.
Desde la ley Puma de 2016, los extranjeros podían acceder a cuidados gratuitos siempre y cuando probaran ingresos mínimos y tuvieran un seguro médico que cubriera al menos 30.000 euros. Al recibir la tarjeta Vitale, podían cancelar su seguro del país de origen, una ventaja que atrajo a muchos estadounidenses por los elevados costos de salud en EE.UU.
El diputado François Gernigon, autor de la propuesta, justificó la medida diciendo:
“La Seguridad Social en Francia debe gestionar el asunto. Se debe establecer una cotización mínima para un paquete básico de atención, con opciones como una mutua.”
Hasta ahora, este sistema representó una carga para las finanzas públicas, por lo que la nueva contribución busca aliviar los déficits. Los detalles aún deben definirse, pero apunta a que estos visitantes paguen por lo que utilicen en el sistema sanitario francés.
La votación abre un debate importante sobre la solidaridad y la sostenibilidad del sistema francés de salud. Esta modificación será parte clave de la negociación final del presupuesto previsto para el año que viene.


































