Independiente Rivadavia hizo historia y se consagró campeón de la Copa Argentina en Córdoba tras un partido intenso y cargado de emociones frente a Argentinos Juniors.
El equipo mendocino arrancó ganando rápido, con un gol de Alex Arce a los 9 minutos que explotó a la tribuna. Pero la final fue todo menos sencilla para La Lepra, que sufrió la expulsión de Maximiliano Amarfil antes del descanso y tuvo que afrontar la segunda mitad con un jugador menos.
En la segunda parte, la alegría pareció crecer cuando Matías Fernández amplió la ventaja tras una jugada de Villa. Sin embargo, Argentinos Juniors descontó y el partido se volvió frenético. El director técnico Alfredo Berti también fue expulsado, lo que elevó la tensión en las tribunas y en el campo.
Con 15 minutos de tiempo extra, Independiente Rivadavia quedó con solo 9 jugadores tras la expulsión de Alejo Osella y la lesión del arquero titular Ezequiel Centurión. A pesar de la desventaja numérica, el equipo resistió hasta que, en el sexto minuto de descuento, Argentinos empató con un gol de Erik Godoy.
El título se definió en penales. Con el arquero suplente Gonzalo Marinelli lesionado pero decisivo, Independiente Rivadavia ganó la tanda desde los doce pasos y logró su primer título oficial grande en la historia del club.
Este campeonato representa un salto para un club que hace 25 años vivía máximas crisis institucionales y deportivas, cerca de caer a torneos amateurs. Ahora, Independiente Rivadavia no solo celebra la Copa Argentina sino que ganó el derecho a jugar la Copa Libertadores en 2026.
La final fue una verdadera montaña rusa: ventaja, expulsiones, goles, lesión y nervios hasta el último segundo. Pero al final, La Lepra se impuso y le dio a Mendoza su máximo título nacional en el fútbol argentino.


































