Javier Milei arrancó la segunda etapa de su gestión marcando un cambio en su estilo político: se acerca a los gobernadores y retoma diálogo con Mauricio y Jorge Macri, pero mantiene una distancia insalvable con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Tras una primera etapa confrontativa y con vínculos rotos, Milei quiere mostrarse más permeable. En su acto en el búnker de La Libertad Avanza en el Hotel Libertador el domingo 26 de octubre, elogió públicamente al expresidente Mauricio Macri y recordó el “Pacto de Acassuso”. Al día siguiente lo llamó para agradecerle el apoyo durante la crisis cambiaria y el viernes compartieron un almuerzo en la Quinta de Olivos. Aunque Macri mantuvo críticas hacia los cambios en el gabinete, el oficialismo evitó tensiones directas.
El carácter rupturista que Milei mostró hacia Jorge Macri, a quien tildó de “traidor” meses atrás, parece quedar en el pasado. El jefe de Gobierno porteño fue recibido sin sobresaltos en la cumbre de gobernadores que marcó la despedida del entonces ministro coordinador Guillermo Francos.
Pero la relación con Villarruel es otro capítulo. Desde el entorno oficialista aseguran que la vicepresidenta “no tiene retorno”. La califican de “traidora” por su intento de tomar el poder y por criticar abiertamente la gestión. El propio Milei la llamó “bruta traidora” durante un evento en julio después de que ella apoyara una ampliación presupuestaria contraria a sus intereses.
Villarruel avivó el conflicto al interactuar en redes sociales con usuarios que la postulan como candidata presidencial en 2027, e incluso dio “me gusta” a esos mensajes, lo que generó sorpresa y burlas en el oficialismo. La tensión escaló cuando el director de comunicación de la administración liberal acusó a Villarruel de haber pedido cerrar una escuela donde debía votar el 26 de octubre.
El distanciamiento es tan grande que la fórmula presidencial dejó de seguirse en Instagram, gesto que refleja la fractura.
En paralelo, el Gobierno no muestra preocupación por Villarruel. Se preparan para controlar el Senado con la llegada de Patricia Bullrich como jefa del bloque de La Libertad Avanza a partir del 10 de diciembre y aseguran que su influencia acabará con la vicepresidenta en ese espacio. Un referente libertario adelantó con tono de celebración:
“Vicky no existe más. Su final será Pato en el Senado enloqueciéndola”
.
En resumen, Milei estrena nueva etapa buscando aliados estratégicos que compartan su programa económico, pone paños fríos con sus viejos enemigos políticos y avanza en acuerdos con Cambiemos y gobernadores, pero cierra definitivamente la puerta con Villarruel, quien parece relegada a un papel marginal e irrelevante dentro del oficialismo.


































