Más de 1.500 corredores participaron este domingo en la “carrera por la libertad” que partió desde el Stade de France y recorrió los puntos clave del terrorífico 13 de noviembre de 2015 en París. La carrera de 16 kilómetros pasó por lugares donde un comando yihadista asesinó a 130 personas y dejó cientos de heridos.
El punto de partida, situado junto a la placa que recuerda a Manuel Dias, la primera víctima mortal frente al Stade de France, estuvo marcado por un ambiente solemne y emotivo bajo la mañana fría y brumosa. La iniciativa pertenece a la Asociación francesa de víctimas del terrorismo y forma parte de un tríptico de actos que incluye por la tarde una “marcha por la igualdad” y un “pueblo de la fraternidad” en el Hôtel de Ville.
Catherine Bertrand, vicepresidenta de la asociación y sobreviviente de los ataques, explicó que la carrera busca transmitir “una ola positiva que añade vida donde hubo muerte” y recordó que “es Francia la que fue atacada”, no solo las víctimas directas. Bertrand vinculó la idea a la energía colectiva tras los Juegos Olímpicos de París 2024, que generaron “un momento extremadamente federador”.
Entre los corredores, la joven Julie Leblanc inmortalizó su paso con una foto de su dorsal y destacó la importancia de mantener viva la memoria colectiva: “No hay que olvidar, fue un momento muy fuerte para todos”. Su camiseta naranja llevaba el logo “13-Unis”, el nombre oficial de la iniciativa.
El recorrido atravesó terrazas y locales emblemáticos como Le Petit Cambodge, Carillon, La Bonne Bière, Casa Nostra, el propio Bataclan, Comptoir Voltaire y La Belle Équipe. Para corredores habituales como Eric Letranchant, de 62 años, pasar por estos lugares cargó la carrera de una emoción palpable. “Es diferente acercarse a estos sitios con este respaldo de gente y ese recuerdo vivo”, dijo.
La figura más reconocida en la salida fue Sofia Dias, hija de Manuel Dias y única víctima mortal en el Stade de France. Fue largamente aplaudida en medio del frío antes de dar la señal de salida. En su breve discurso llamó a “no olvidar los valores de la República”, en un mensaje sobrio y directo.
Diez años después, esta jornada deportiva y conmemorativa vuelve a poner en el centro la memoria de todas las víctimas del terror, especialmente aquellas que a menudo quedan en segundo plano frente a la notoriedad del Bataclan. La movilización es un recordatorio vivo de un episodio que marcó a toda Francia y sigue resonando en el país.


































