Thomas Piketty reapareció este miércoles en LCI para respaldar la propuesta de Gabriel Zucman de aplicar un impuesto anual del 2% a las grandes fortunas que superen los 100 millones de euros. Según el economista, la medida es necesaria para afrontar la histórica deuda pública que atraviesa Francia.
Piketty explicó que con esta tasa, que afecta a los ultra-ricos –especialmente a las 500 mayores fortunas– haría falta un siglo para que sus patrimonios vuelvan a los niveles de 2010. Estas fortunas han crecido en promedio un 500% entre 2010 y 2025, muy por encima del ritmo de la economía nacional.
“Los millonarios no deben ser tratados mejor ni peor que las clases medias o populares”,
afirmó Piketty, insistiendo en que esta fiscalidad se justifica porque ha habido un aumento desproporcionado de riqueza en los últimos años.
La propuesta de Zucman, defendida por la izquierda y criticada desde la derecha, busca volcar parte de la carga en quienes más han acumulado. Piketty recordó que en crisis anteriores, como tras la Revolución o ambas guerras mundiales, los patrimonios privados siempre participaron en la solución de la deuda.
“Cuando no se paga este impuesto, uno está en la misma posición que alguien que evade impuestos; pueden congelar tus activos, incluso detenerte en el aeropuerto”,
agregó, refiriéndose a controversias anteriores sobre la aplicabilidad del impuesto.
Las cuentas públicas francesas están actualmente en rojo intenso y, para Piketty, el impuesto no es un castigo sino una herramienta justa para equilibrar el sistema fiscal y social.
El debate sobre este tributo promete intensificarse, con el gobierno y los partidos políticos en plena negociación para definir el futuro fiscal de las más altas fortunas en Francia.
