Las comisiones económicas conjuntas del Congreso negaron este miércoles la ponencia del Presupuesto General de la Nación para 2026 por $557 billones, monto planteado por el Gobierno.
La votación en la Comisión IV del Senado cerró con 4 votos a favor y 5 en contra, bloqueando la aprobación de la propuesta. Según la normatividad vigente, con un solo voto negativo en alguna de las cuatro comisiones convocadas, no se aprueba la ponencia presidencial.
El proyecto debe ser aprobado en primer debate por las comisiones terceras y cuartas antes del jueves 25 de septiembre. De lo contrario, el Presupuesto será decretado automáticamente, sin modificaciones aprobadas por el Congreso.
Para esta votación, se presentaron tres ponencias. La propuesta oficial del Gobierno, respaldada por los congresistas del Pacto Histórico y Comunes: Jairo Cala, Támara Argote, Gildardo Silva y Aida Avella. Propusieron mantener los $557 billones.
Por otro lado, la congresista Olga Lucía Velásquez, de la Alianza Verde, presentó una ponencia que reduce el monto a $546,9 billones, cerca de $10 billones menos que la propuesta oficial. Este recorte coincide con un posible ajuste mencionado por el ministro de Hacienda, Germán Ávila, que podría restarse de la ley de financiamiento.
Finalmente, la bancada del Centro Democrático propuso un presupuesto de $530,6 billones, descontando $26,3 billones equivalentes a la reforma tributaria.
El rechazo a la ponencia oficial se da en medio de tensiones políticas por la aprobación del presupuesto y otras reformas. Además, sectores regionales, como la bancada del Atlántico, han criticado el atraso en proyectos estratégicos mientras se discuten las cifras.
El ministro Ávila había señalado que el monto planteado en el proyecto podría modificarse dentro del siguiente trámite legislativo, pero por ahora la negativa dificulta la aprobación en los tiempos previstos.
El gobierno enfrenta el plazo del jueves para lograr acuerdo en las comisiones, o el presupuesto será decretado sin cambios y con los riesgos que esto implica para su plan financiero.
Este rechazo marca un nuevo escollo para el Ejecutivo en el Congreso, que sigue ajustando sus expectativas frente al paquete económico para 2026.
