La ONU negó nuevamente la acreditación a varios periodistas de Epoch Times y su medio asociado NTD, reiterando un rechazo que se arrastra desde casi veinte años, en un contexto de presión creciente del Partido Comunista Chino (PCC) en Estados Unidos.
Emel Akan, corresponsal principal de Epoch Times en la Casa Blanca, viajó a Nueva York para cubrir la Asamblea General de la ONU del 22 de septiembre, donde asistieron, entre otros, el presidente Donald Trump y el secretario de Estado Marco Rubio. Akan, que había solicitado acreditación a través del Departamento de Estado y fue inicialmente invitada a retirar su pase, fue informada al llegar que la ONU había rechazado su solicitud alegando que Epoch Times no era reconocido como medio de comunicación sino como una ONG.
“Es inaceptable que las Naciones Unidas cedan a la censura impuesta por el Partido Comunista Chino en suelo estadounidense”, declaró Jasper Fakkert, editor en jefe de Epoch Times.
Además, dos periodistas de NTD, la corresponsal Mari Otsu y el videasta Chen Lei, no recibieron confirmación alguna tras entregar sus solicitudes. La ONU, a través de un representante anónimo, indicó sin más detalles que no cumplían los criterios exigidos.
Epoch Times se fundó en 2000 en EE. UU. ante la censura china y ha estado en el punto de mira del régimen por su cobertura crítica. Varios miembros de su redacción en China fueron arrestados y condenados a largas penas. Las campañas de sabotaje, ataques cibernéticos y presiones diplomáticas chinas contra este medio son constantes.
En 2022, el líder chino Xi Jinping ordenó intensificar la represión contra Epoch Times y NTD a nivel global. En marzo de 2024, las autoridades estadounidenses acusaron a hackers del gobierno chino por ataques contra Epoch Times, que incluso incluyeron intentos de suplantación de identidad para amenazar a agencias federales.
El rechazo de acreditaciones en la ONU forma parte de esta estrategia. En 2019, la ONU ya había bloqueado a Emel Akan sin dar justificaciones claras, limitando desde entonces el acceso de estos medios a eventos clave bajo presión directa o indirecta de Pekín.
El peso de China en la ONU también afecta otros frentes: Taiwán sigue excluido de muchas reuniones internacionales y sus periodistas no reciben acreditaciones, pese a las protestas de Estados Unidos y aliados.
El congresista republicano Chris Smith reprochó a Pekín actuar “con impunidad manipulando el sistema onusiano” y advirtió que la situación sigue empeorando ante la falta de transparencia.
La ONU no ha respondido a consultas sobre la influencia china en estos rechazos. Un portavoz se limitó a redirigir a la oficina de acreditaciones, que no dio ninguna explicación hasta la publicación de esta nota.
“Seguiremos defendiendo nuestra misión de informar con libertad pese a la campaña constante del PCC contra nuestros periodistas y operaciones”, concluyó Fakkert.
Este episodio subraya la creciente tensión entre Estados Unidos y China, con las Naciones Unidas actuando en medio de un juego geopolítico que impacta directamente la libertad de prensa en la sede diplomática global.
