La economía colombiana muestra señales claras de recuperación, aunque aún enfrenta un gran déficit fiscal que pone en alerta a expertos y autoridades.
El superintendente Financiero, César Ferrari, presentó el balance esta semana en la Convención Internacional de Seguros 2025 en Cartagena. Según Ferrari, el crecimiento es lento, lejos del ritmo de los países asiáticos, pero real. Se destaca un aumento en ingresos reales, remesas y una revaluación positiva del peso frente al dólar.
“La economía se está recuperando lentamente… hay un crecimiento de los ingresos reales, de las remesas y hay una revaluación de la tasa de cambio. Esto es señal clara que tenemos que estar unidos ahora más que nunca por la economía”, dijo Ferrari.
Otro dato positivo es la reducción de la tasa de desempleo, que cayó al 8,84% en julio, reflejando un cambio en la dinámica laboral luego de años difíciles.
Sin embargo, Ferrari alertó que Colombia arrastra un déficit fiscal elevado, en parte por el retraso en ingresos tributarios y el aumento de gastos obligatorios, incluidos pagos de intereses de la deuda pública. Mencionó específicamente que la eliminación del congelamiento en los precios de la gasolina desde 2023 ha incrementado el gasto público, pasando de 65,1 billones de COP en 2022 a 2024.
Este déficit fiscal plantea retos para la estabilidad económica a mediano plazo, justo cuando el país muestra una modesta recuperación. El mensaje es claro: aunque bajan las cifras de desempleo, el equilibrio fiscal exige acciones urgentes.
En el Congreso, la reforma a la Ley 30 avanza en segundo debate en el Senado, en medio de debates para apuntalar la salud fiscal y mejorar la recaudación. Expertos de entidades como Fenalco y Anif también han señalado que el país necesita un gobierno serio y medidas estructurales para abordar el “enorme costo fiscal” que se avecina.
Mientras tanto, el dólar en Colombia se mantiene a la baja, cotizándose en promedio a $3.836, una tendencia que facilita parte de la reapertura económica y mejora la competitividad de ciertas exportaciones.
Este panorama refleja un país en transición: hay avances claros pero los huesos duros aparecen en las finanzas públicas. El reto fiscal sigue sobre la mesa y será determinante para la estabilidad económica en el próximo año.
