La Primera División Autonómica de rugby arranca este sábado en Galicia con un formato renovado y un total de 11 equipos, incluido el Rugby Ferrol. La competición ha adelantado su inicio respecto a años anteriores y ha sorprendido no solo a los ferrolanos, sino también al resto de clubes implicados.
Este año, la competición fusiona los equipos que tradicionalmente formaban la máxima categoría junto con los de Segunda Autonómica. El objetivo es claro: preparar el terreno para la creación, el próximo año, de una nueva División de Honor B noroeste que reunirá a los mejores clubes gallegos.
Rugby Ferrol enfrenta un campeonato con más rivales y nivel reforzado. El cambio viene acompañado de la ambición de elevar el nivel regional y dar mayor visibilidad al rugby gallego, un deporte en crecimiento pero que aún busca consolidarse.
La competición adelantada y con más participantes obliga a clubes y jugadores a adaptarse rápido para no perder pie en esta temporada corta pero intensa. La fusión de categorías, si bien presenta retos, también abre la puerta a rivalidades frescas y partidos de alto voltaje.
El Rugby Ferrol, una referencia local, es uno de los equipos a seguir. Esta semana se mide ya al resto de conjuntos con la amenaza y la esperanza de un curso que quiere acabar con la sensación de incertidumbre y dar paso a una nueva era para el rugby en la región.
El seguimiento de esta primera edición conjunta pondrá el foco en la evolución de los clubes, la respuesta del público y las posibilidades reales de que la División de Honor B noroeste se convierta en un referente para todos.
En resumen, Galicia vive un inicio de temporada atípico en la Primera Autonómica con 11 equipos peleando por posicionarse en una tabla que apunta a renovaciones profundas dentro del rugby regional. Los próximos meses marcarán el futuro inmediato del deporte en la comunidad.
