Guinea dio un paso clave tras aprobar por más del 89% una nueva Constitución en el referéndum del 21 de septiembre, anunció el primer ministro Amadou Oury Bah. El alto respaldo oficial abre la puerta a la organización de elecciones presidenciales y legislativas para antes de fin de 2025, aunque sin fechas precisas.
El referéndum, boicoteado por los principales partidos opositores, registró una participación oficial del 86,42%, que el gobierno presentó como un gran respaldo y una reconciliación entre el Estado y la sociedad civil. Los resultados definitivos los confirmará la Corte Suprema esta semana.
El poder está en manos del general Mamadi Doumbouya, jefe de la junta que tomó el control en 2021 tras derrocar al presidente civil Alpha Condé. Doumbouya había señalado que 2025 sería un año electoral “crucial” para volver al orden constitucional. Sin embargo, su posible candidatura genera dudas, pese a su promesa previa de no presentarse.
El ex primer ministro y líder opositor en el exilio, Cellou Dalein Diallo, denunció el referéndum como una “mascarada” que busca legitimar un golpe de Estado. Otros partidos opositores también boicotearon la consulta.
La CEDEAO y la Unión Africana celebraron la organización del referéndum, considerándolo bien ejecutado, en un contexto donde la junta busca normalizar relaciones con la comunidad internacional y los donantes.
Desde el golpe, el régimen ha suspendido partidos y medios, restringido manifestaciones y reprimido a la oposición y sociedad civil. Arrestos, condenas y exilios son moneda corriente, mientras crecen denuncias por desapariciones forzadas y secuestros.
En Conakry, tras conocerse los resultados, la población mostró tranquilidad y expectativa. Un vendedor local declaró a AFP:
“Estamos muy contentos con el resultado, queremos que el país avance”
. Otro ciudadano afirmó no oponerse a una candidatura de Doumbouya si beneficia a la nación.
El gobierno ahora debe asegurar las condiciones para elecciones transparentes que pongan fin a una transición militar llena de tensiones y amplíen la legitimidad del poder en Guinea.
