La noche y madrugada del 24 al 25 de septiembre estuvo marcada por una nueva ola de actividades de drones en el espacio aéreo danés que forzó la suspensión temporal de vuelos en múltiples aeropuertos, generando alarma en Europa tras incidentes similares recientes en Polonia y Rumania. Al mismo tiempo, las fuerzas armadas ucranianas confirmaron el derribo de un caza ruso Su-34 en la región de Zaporizhzhia durante ataques con bombas aéreas guiadas.
Caos en aeropuertos daneses por incursiones de drones
La policía danesa recibió varias alertas desde las primeras horas de la madrugada sobre drones no identificados sobrevolando los aeropuertos de Aalborg, Esbjerg, Sønderborg, Skrydstrup, y también en Billund, en el centro del país. El aeropuerto de Aalborg, segundo en importancia después del de Copenhague, permaneció cerrado durante horas hasta que la situación quedó controlada y la actividad aérea pudo retomarse.
Jesper Bojgaard Madsen, jefe de policía en el norte de Jutlandia, explicó que los drones volaron durante aproximadamente dos horas en un área extensa, y que no fue posible derribarlos ni identificar a sus operadores. La policía continúa investigando con apoyo de la inteligencia y las fuerzas armadas.
El ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, detalló en conferencia de prensa que estos drones provenían de localizaciones cercanas y que se decidió no derribarlos para evitar riesgos a la población civil, ya que lo que se dispara al aire puede caer en zonas habitadas. Confirmó que no hay evidencia alguna que vincule a Rusia con estas incursiones, aunque calificó el ataque como “sistemático” y obra de un actor profesional. El gobierno de Dinamarca contactó a la OTAN para consultar la posible activación del artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que obliga a consultar entre aliados ante amenazas a la seguridad, pero aún no ha decidido solicitar su aplicación.
El jefe de Estado Mayor danés, Michael Hyldgaard, y el ministro de Justicia, Peter Hummelgaard, reiteraron la cautela en la respuesta para evitar un accidente doméstico y confirmaron que Dinamarca trabaja en mejorar sus sistemas de detección y defensa antidrón para enfrentar esta amenaza híbrida en crecimiento.
Este episodio sucede pocas jornadas después de un incidente similar en el aeropuerto de Copenhague calificado por la primera ministra Mette Frederiksen como “el ataque más grave a una infraestructura crítica danesa hasta la fecha”. También coincide con el anuncio danés de adquisición de armas de precisión de largo alcance en respuesta a la prolongada amenaza rusa.
Ucrania derriba caza Su-34 y escala ataques con drones
En el frente ucraniano, la defensa aérea logró abatir un caza ruso Su-34 en el sector de Zaporizhzhia alrededor de las 4:00 a.m., cuando el avión atacaba con bombas guiadas a una ciudad cercana, según reportó el Comando de la Fuerza Aérea ucraniana en su canal oficial de Telegram.
Además, la noche anterior el ejército ucraniano denunció un ataque con un total de 176 drones Shahed, Gerbera y otros modelos, de los cuales 150 fueron derribados, pero 13 lograron impactar en ocho localidades dentro del territorio ucraniano. Algunos fragmentos de drones derribados causaron daños materiales localizados.
En respuesta, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber interceptado o destruido 55 drones ucranianos durante la misma noche, en un juego de señales que mantiene alta la tensión bélica en la región.
Reacciones y tensiones en la OTAN y Rusia
El ministro italiano de Defensa, Guido Crosetto, calificó como “campanazos de alarma” las recientes provocaciones con drones y violaciones aéreas rusas en Polonia, Estonia y ahora Dinamarca. En una sesión informativa a la Cámara italiana, sostuvo que estas acciones son pruebas tácticas de Rusia para medir la respuesta aliada, e insistió en reforzar la defensa en el flanco este de la OTAN con una postura firme pero sin caer en provocaciones que puedan escalar la guerra.
Crosetto destacó el despliegue de Italia con cuatro cazas F-35, un sistema anti-misiles Samp-T y un avión radar Caew ya activos en Estonia, y anunció un plan para proteger infraestructuras estratégicas nacionales contra amenazas de drones, con sistemas avanzados ya instalados en puntos clave como el aeropuerto de Roma.
En Moscú, el embajador ruso en Copenhague, Vladimir Barbin, rechazó las acusaciones y definió como “pura locura” la adquisición danesa de armas de largo alcance. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zakharova, respondió a un reciente ataque ucraniano contra la sede del consorcio del gasoducto del Caspio en Novorossiysk calificándolo como una “señal de amenaza a la Unión Europea” y advirtió sobre posibles futuros ataques a infraestructuras europeas.
El ataque con drones en Novorossiysk provocó un incendio en una empresa local y daños en unos 20 vehículos y varios edificios, con tres víctimas confirmadas y evacuaciones masivas, lo que llevó la ciudad portuaria rusa a declarar estado de emergencia.
La OTAN refuerza el flanco este con nueva misión antidrón
Como parte del esfuerzo por enfrentar estas amenazas tecnológicas y preventivas, la OTAN anunció el lanzamiento inminente de la operación “Sentinella dell’Est”, destinada a reforzar la vigilancia y defensa en la frontera oriental europea, especialmente ante riesgos de drones y violaciones aéreas. El secretario general, Mark Rutte, calificó cualquier violación del espacio aéreo aliado como “peligrosa e inaceptable”, y confirmó el respaldo total de Estados Unidos a la operación.
El comandante supremo aliado, general Alexus Grynkewich, apoyó la idea de establecer un “muro antidrón” para proteger las infraestructuras críticas y aeropuertos europeos, alineado con propuestas planteadas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Escalada híbrida sin claridad sobre los responsables
Mientras Dinamarca y la OTAN incrementan sus medidas defensivas, persiste la incertidumbre respecto al origen real de los ataques con drones, con autoridades danesas descartando la atribución a Rusia, aunque no descartan otros actores profesionales involucrados en un ataque híbrido. La creciente sofisticación tecnológica y el uso de vehículos aéreos no tripulados en ataques y provocaciones abre un nuevo frente estratégico en el conflicto más amplio entre Rusia y Ucrania.
En paralelo, la diplomacia se mantiene tensa pero activa, con declaraciones contundentes tanto en Kiev como en Moscú, y los aliados europeos reforzando su compromiso ante la amenaza rusa, mientras evalúan hasta qué punto activar mecanismos como el artículo 4 de la OTAN para coordinar respuesta colectiva ante estas crisis latentes en suelo europeo.
