Las protestas de La Fraternidad, el sindicato de maquinistas, entraron en su segundo día y vuelven a complicar el servicio de trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Este jueves, las principales líneas —Sarmiento, Mitre, Belgrano Sur y San Martín— circulan a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, la mitad de lo habitual.
La medida impacta directo en los usuarios. En las primeras horas, muchos pasajeros optaron por bajarse y continuar a pie ante la lentitud y el hacinamiento dentro de los trenes. En los andenes, la bronca crece: “Veníamos de Moreno, todos apretados, es un desastre, se cagan en los laburantes”, contó un pasajero a C5N.
Desde el gremio sostienen que no se trata de una huelga sino de “medidas de precaución” ante el estado irregular de las vías, la señalización defectuosa y la falta de personal en ciertas líneas. Sin embargo, el reclamo central es la reapertura de las negociaciones paritarias y mejoras en las condiciones laborales.
Este jueves a las 10 está prevista una audiencia entre representantes del sindicato y el Gobierno para intentar destrabar el conflicto. Por ahora, las demoras y cancelaciones continúan, afectando a miles de trabajadores que dependen del tren para trasladarse.
El caos ferroviario suma tensión en un sistema que arrastra problemas estructurales y vuelve visibles las disputas laborales en el transporte público. La solución dependerá de los resultados de la negociación y la voluntad de ambas partes para normalizar el servicio lo antes posible.
