La dependencia de México hacia el maíz estadounidense crece y el campo enfrenta su peor crisis en años, advierten organizaciones campesinas.
De las 43 millones de toneladas de maíz que se consumen al año en el país, 23 millones son importadas desde Estados Unidos, confirmó José Rodríguez, del Colectivo Yuniz, durante la presentación del programa por el Día Estatal en Defensa del Maíz Nativo en Oaxaca.
La organización Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo sostiene que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) profundiza esta dependencia y limita el apoyo a los campesinos mexicanos, incluso en estados tradicionalmente productores.
Además, alertan que la tendencia apunta a un aumento en la entrada de semillas transgénicas y agroquímicos, que dañan el sistema milpa y provocan migración rural hacia ciudades y Estados Unidos.
Doris Verónica Carmona, de Educa, señaló que la crisis climática agrava la situación con sequías, lluvias erráticas y fenómenos extremos que complican la siembra.
“Programas y políticas que siguen generando paquetes de agroquímicos que están llegando a las regiones y siguen debilitando al sistema milpa”
Además del impacto ambiental, las agrupaciones denuncian un extractivismo creciente por minería, proyectos eólicos y la nueva refinería que despojan tierras y afectan la agricultura tradicional.
Hoy se anunció que la actividad conmemorativa en Oaxaca, que incluye exposiciones, talleres y paneles, tendrá como eje principal a las mujeres y su papel en la preservación de las semillas nativas. La jornada comenzará este 27 de septiembre con un conversatorio y concluirá con una calenda el día 30 en el zócalo capitalino.
El Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo llama a la defensa del maíz nativo y a cuestionar las políticas públicas que privatizan la tierra y las semillas, amenazando la soberanía alimentaria del país en pleno avance del libre comercio.
