MORELIA, Mich.—El PRI en Michoacán lanzó un llamado duro pero con tono institucional durante el Cuarto Informe del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla. El diputado y presidente del PRI estatal, Guillermo Valencia, exigió resultados inmediatos en seguridad, derechos humanos y economía.
“El tiempo de esperar ha concluido. Michoacán merece una revolución institucional y social”, advirtió desde la tribuna.
Valencia destacó que siete de cada diez michoacanos se sienten inseguros, señalando que la violencia sigue sin control, con municipios bajo dominio de grupos narcoterroristas y alcaldes ejecutados. Recordó zonas minadas en Buenavista y Cotija que siguen sin atención, y reclamó falta de acción federal.
Pidió la intervención de la Federación para desmantelar redes criminales con presencia colombiana y venezolana, además de inversión en tecnología como cámaras de videovigilancia y sistemas para detectar minas y neutralizar drones usados por criminales.
Sobre la infancia, señaló que 120 menores de edad fueron asesinados en el último ciclo escolar.
“Un ciclo escolar sin ningún estudiante muerto es lo que buscamos”,
afirmó.
En derechos humanos denunció que siguen multiplicándose las quejas ciudadanas y exigió orden y atención inmediata en Justicia, Educación y Seguridad.
En lo económico, alertó sobre inflación, hospitales con carencias críticas, escuelas rurales sin mantenimiento y carreteras en abandono, como la Huetamo-San Lucas, que conecta con Guerrero. Reconoció que Bedolla ha atendido vías federales, pero pidió más apoyo para empleo juvenil y al campo afectado por el crimen.
Aunque fustigó con cifras y ejemplos, Valencia mantuvo claro el papel institucional del PRI.
“Somos oposición institucional, cuidamos la institución pero demandamos respuesta y apertura a nuestras propuestas”,
dijo.
Pidió evitar la “congeladora legislativa” y afirmó que el PRI seguirá siendo una oposición analítica, propositiva y vigilante, abierta al diálogo.
El gobernador Bedolla recibe así un mensaje firme: la seguridad y desarrollo son la prueba de fuego y el PRI insiste en intervenir antes que la crisis se agudice más.
