La Unión Europea de Radiodifusión (UER) adelantó a principios de noviembre la decisión sobre la presencia de Israel en el Festival de Eurovisión 2026, ante la “diversidad de opiniones sin precedentes” que ha generado la posible participación israelí.
Varios países, entre ellos España, han amenazado con no asistir al certamen si Israel compite, lo que ha llevado a la UER a reconocer la imposibilidad de llegar a un consenso. El organismo organizador admitió que nunca había enfrentado una situación tan divisiva y por eso optó por dar voz a todos sus miembros para votar en una sesión extraordinaria de la Asamblea General, que se celebrará de forma online “a principios de noviembre”, en lugar de la fecha prevista originalmente en diciembre de 2025.
El foco está en la emisora nacional israelí KAN, cuyo derecho a participar está en el centro del debate. La UER destaca que esta es la primera vez que una decisión sobre la exclusión o presencia de un país requerirá un procedimiento democrático ampliado, lo que evidencia la tensión política detrás del evento musical.
La postura de España y otros países críticos amenaza con romper una tradición de convivencia en Eurovisión que en este caso se ve marcada por factores geopolíticos. La votación en noviembre definirá si Israel podrá volver a la competición en 2026 o si quedan atrás sus opciones por estas disputas.
La UER mantiene que la decisión será tomada de forma colectiva por sus miembros, abriendo así un capítulo inédito en la historia del festival.
