La Vallée d’Aspe enfrenta una grave caída en su plantilla de bomberos voluntarios de 64 en 2002 a solo 30 en 2025, lo que ha puesto en alerta al centro de rescate local. En la estación de Urdos el desplome es aún más dramático: pasó de 14 a 3 voluntarios.
El descenso también afecta a Lescun, con la mitad de efectivos perdidos, mientras Bedous mantiene números algo más estables. El lieutenant Cédric Puyaubreau, jefe del centro de rescate, advirtió en reunión con alcaldes y representantes locales que la situación no es catastrófica, pero sí urgente para actuar sin demora.
“No salvamos el mundo, salvamos el nuestro. Esto es un compromiso con tu pueblo, con tu valle”, sentenció Puyaubreau, anunciando el lanzamiento de una campaña masiva de reclutamiento para atraer entre 18 y 55 años, residentes o recién llegados, con formación y apoyo garantizados.
La iniciativa, presentada por Puyaubreau y otros mandos del SDIS, como el adjudant Xavier Bellocq y los comandantes Jacky Migen, Claude Vidal y Jérôme Claverotte, apunta a reforzar el espíritu de solidaridad local y la eficacia ante emergencias.
La campaña incluye una jornada de puertas abiertas el 4 de octubre en la caserna de Urdos, con actividades para informar y captar nuevos miembros. También se reforzará la formación sobre primeros auxilios básicos y manejo de motobombas, presentes en todas las comunas.
Los responsables insisten en que ser bombero voluntario es una forma de estar al servicio de la comunidad, adquiriendo habilidades nuevas y contribuyendo en equipo. Además, llaman a todos a prepararse para actuar mientras llegan los profesionales, recordando que saber usar un extintor puede salvar vidas.
Los interesados pueden contactar al centro de rescate por correo en [email protected]. La Vallée d’Aspe apuesta a revertir la tendencia con un llamado claro: proteger lo que es suyo requiere compromiso y acción ya.
