Starbucks confirmó que cerrará unas 500 tiendas en Estados Unidos y Canadá y despedirá a alrededor de 900 empleados no minoristas mientras ajusta su estrategia tras una revisión interna.
La compañía comunicó que notificará a los afectados la mañana de este viernes y que las tiendas que cerrarán están bajo análisis final. Muchas no cumplían con los objetivos financieros o no generaban el ambiente esperado por los clientes, según una carta del CEO Brian Niccol a sus empleados.
“Cada año abrimos y cerramos cafeterías por razones que van desde el rendimiento financiero hasta el vencimiento de contratos de arrendamiento. Esta acción es más significativa y sabemos que afectará a socios y clientes”, escribió Niccol.
Starbucks espera terminar el año fiscal con 18,300 tiendas en América del Norte, un descenso neto de 124 ubicaciones respecto al año anterior. Aunque la cifra de cierres será mayor, la apertura de nuevas tiendas durante el periodo compensará parte del impacto.
La empresa garantizó que ofrecerá paquetes de indemnización y apoyo a los empleados cuyas posiciones serán eliminadas. El cierre también responde a un intento de enfocar recursos en áreas más rentables y mejorar la experiencia del cliente.
La medida llega en un contexto de presión para la cadena, que enfrenta críticas por condiciones en sus proveedores, incluyendo acusaciones de trabajo infantil y trabajo esclavo, aunque Starbucks no detalló si esto influye en las decisiones recientes.
Para México, donde Starbucks opera con amplio crecimiento, este ajuste en Norteamérica no ha sido confirmado, pero podría marcar una tendencia de disciplina financiera y mayor selectividad en la expansión.
