El gobierno de Estados Unidos presentó un encausamiento histórico por narcoterrorismo contra 56 personas, en su mayoría estadounidenses, vinculadas con el Cártel de Sinaloa, reveló el periodista Jesús Esquivel en Aristegui en Vivo.
Solo dos de los acusados son mexicanos: Próspero Coronel-Sánchez, alias “Pro”, y José Luis Angulo-Soto, también conocido como “El Mi Niño”. El resto tiene apellidos anglosajones o latinos sin precisar su descendencia, entre ellos Earl Frank, Michael Pennel y Chontell Reynolds.
Este caso forma parte de la llamada Operación Take Back America, impulsada con apoyo total del gobierno de Donald Trump. Según el Departamento de Justicia, su objetivo es eliminar a los cárteles y las organizaciones criminales internacionales que operan en Estados Unidos y repeler la “invasión” de inmigrantes indocumentados.
Los acusados enfrentan cargos por conspiración para distribuir metanfetamina, fentanilo y cocaína en grandes cantidades. Las drogas encontradas ascienden a más de 50 gramos de metanfetamina, 400 gramos o más de fentanilo y cinco kilos o más de cocaína, indicaron las autoridades.
“El Cártel de Sinaloa financia su terrorismo contra ciudadanos estadounidenses mediante el tráfico de drogas y siembra miedo en nuestras comunidades”, declaró la fiscal general Pam Bondi.
Para Jesús Esquivel, lo notable de este caso es que el gobierno estadounidense empieza a reconocer que existen “cárteles gringos”, es decir, grupos formados por ciudadanos norteamericanos involucrados en el narcoterrorismo. También destacó que el Departamento de Justicia habla en plural de “cárteles” y no solo del mexicano.
Esquivel comentó que esta investigación abre la puerta a una posible “reciprocidad” entre México y Estados Unidos, ya que el gobierno mexicano podría exigir la extradición de estos narcoterroristas gringos, dados los efectos del tráfico de drogas y armas en la seguridad de México.
Este caso marca un cambio de enfoque en la estrategia antidrogas de Estados Unidos, colocando en el mapa judicial a ciudadanos estadounidenses como actores importantes en el narcoterrorismo que afecta directamente a ambas naciones.
