La Policía bonaerense busca intensamente a un joven conocido como “Pequeño J”, presunto autor intelectual del triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela. Los tres cuerpos mutilados fueron hallados hace 72 horas en una casa, lo que detonó una investigación que avanza hacia el mundo del narcotráfico.
“Pequeño J” es un hombre de unos 23 años, de origen peruano, con múltiples alias —Julito, Pequeño Jota— y apellidos falsos. No tiene registro oficial ni antecedentes, lo que complica su captura. Fuentes judiciales indican que ordenó el secuestro, tortura y asesinato para enviar un mensaje de control dentro de organizaciones criminales instaladas en los barrios 1-11-14, Zavaleta y 21-24, zonas castigadas por el narcomenudeo y el tráfico.
Además, se identificó a otro implicado: Matías Agustín Ozorio, argentino de 28 años, señalado como cómplice en la estructura. Ozorio estaría domiciliado en la villa 21-24 y sería moroso ante el Banco Central. Según expertos, la banda estaría dirigida por jóvenes de segunda generación de narcos peruanos nacionalizados en Argentina, que consolidaron sus poderío en estos barrios populares.
Fiscales de Homicidios, encabezados por Adrián Arribas, hicieron operativos recientes en busca del “búnker” del líder narco en Villa Zavaleta, pero sin resultados firmes. Las autoridades tampoco descartan conexión con el clan Cabral, otra organización con influencia en el conurbano bonaerense.
Cuatro personas fueron interrogadas sin colaborar: Daniela Iara Ibarra, Celeste Magalí González Guerrero, Maximiliano Andrés Parra y Miguel Ángel Villanueva Silva. Mientras Arribas toma el caso, la búsqueda de “Pequeño J” se intensifica. Se cree que al menos uno de los mensajes macabros, incluso grabado en video, buscaba intimidar a otros capos del narcotráfico en Buenos Aires.
Este caso conmociona al país por la brutalidad y la dificultad para establecer identidades, reflejo de la nueva generación de criminales que operan en la periferia metropolitana. La captura de “Pequeño J” será clave para desmantelar la red detrás de uno de los crímenes más atroces de los últimos años en Argentina.
