La base aérea 705 de Tours y su anexa en Cinq-Mars-la-Pile vivieron una semana intensa de ejercicios del 22 al 26 de septiembre de 2025. Más de 2,300 militares y personal civil se movilizaron para entrenar la gestión de crisis complejas: desde ciberataques hasta tomas de rehenes y vuelos no autorizados de drones.
El ejercicio, llamado Basex, se realiza dos veces al año para asegurar que la operatividad del ejército del Aire y del Espacio esté garantizada ante amenazas crecientes. Según el coronel Pascal Degardin, responsable de la base, “el objetivo es entrenar a todo el personal en procedimientos de control para mantener la misión en cualquier circunstancia”.
Las maniobras incluyeron simulaciones de intrusión cibernética, maniobras con drones hostiles que sobrevolaban la base y escenarios de toma de rehenes que pusieron a prueba la coordinación militar y civil del sitio. Aunque la prensa no pudo acceder directamente a la base durante el ejercicio, el coronel Degardin compartió detalles tras el cierre de la semana.
Estos simulacros forman parte de una estrategia nacional que responde al aumento de los riesgos en infraestructura crítica militar, especialmente en el contexto de amenazas híbridas modernas. El despliegue conjunto de fuerzas armadas y personal civil refleja un esfuerzo integrado para mantener la seguridad en un entorno cada vez más volátil.
El ejercicio estuvo marcado por la seriedad y el rigor, reflejando la importancia que Francia otorga a la preparación ante escenarios imprevistos que podrían afectar la defensa nacional y la estabilidad regional.
