La corte de París condenó a tres mujeres francesas vinculadas al yihadismo con penas de prisión de 10 a 13 años. Se les acusó de “asociación de malhechores terroristas” por su integración voluntaria y colaboración con Daesh en Siria.
Christine Allain, la más condenada, recibió 13 años con seguridad judicial después de cumplir dos tercios de la pena. Su nuera, Jennyfer Clain, nieta de los hermanos Clain responsables de los atentados del 13 de noviembre de 2015, fue sentenciada a 11 años sin periodo de seguridad. Mayalen Duhart, su prima política, recibió 10 años y un mandato de arresto con efecto diferido.
Las tres mujeres vivieron unos cinco años en territorio controlado por Daesh, donde disfrutaron de salarios y alojamiento proporcionados por la organización terrorista. Retornaron a Francia en 2019 junto a nueve niños, todos hijos suyos, y fueron arrestadas al llegar.
Los jueces resaltaron que las condenadas se unieron a Daesh después de la proclamación del califato en junio de 2014, exponiendo incluso a sus hijos a graves riesgos físicos y psicológicos. Jennyfer y Mayalen llevaron a cuatro niños cada una a Siria bajo estas condiciones.
En el juicio, Jennyfer Clain admitió su culpa y manifestó “arrepentimiento” diciendo:
“Adherí a un grupo terrorista, soy culpable, lo lamento pero no puedo retroceder.”
Mayalen Duhart, por su parte, reconoció su responsabilidad sin victimismo:
“No soy víctima, las verdaderas víctimas son los que esta organización torturó y masacró, y asumo mi responsabilidad.”
Los abogados de la defensa pidieron ajustes en las penas. El abogado de Jennyfer Clain calificó la sentencia de “equilibrada” y anunció que probablemente no apelarán, destacando que la ausencia del periodo de seguridad permitirá solicitar reducciones de condena.
Estas condenas marcan un nuevo capítulo en el seguimiento judicial a retornados de Siria vinculados con redes yihadistas, en un contexto de alta vigilancia en Francia tras los sangrientos atentados de la última década.
