El exalcalde de Medellín y precandidato presidencial Daniel Quintero anunció públicamente que renuncia voluntariamente a su visa estadounidense, en clara muestra de apoyo al presidente Gustavo Petro tras la decisión del Departamento de Estado de EE.UU. de revocar la visa al mandatario colombiano.
La controversia comenzó luego de que el Gobierno estadounidense retirara el permiso a Petro, luego de que el presidente apareciera en una calle de Nueva York llamando a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incitar a la violencia, según el comunicado oficial de Washington.
“Hoy, el presidente colombiano Gustavo Petro se paró en una calle de Nueva York e instó a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incitar a la violencia. Le revocaremos la visa por sus acciones imprudentes e incendiarias”, anunció el Departamento de Estado.
Al regresar a Colombia el sábado 27 de septiembre, Petro respondió en su cuenta de X: “Ya no tengo visa para viajar a EE.UU. No me importa. No necesito visa sino ESTA, porque no solo soy ciudadano colombiano sino europeo y me considero libre en el mundo.”
En ese escenario, Quintero Calle usó sus redes para expresar su respaldo y solidaridad con Petro. Afirmó:
“Petro fue al corazón de Estados Unidos con un megáfono a pedir que no usaran más armas para matar niños en Gaza. Trump le quitó la visa. Puede quedarse también con la mía. Estoy orgulloso de mi presidente.”
Además de Quintero, el secretario jurídico de la Presidencia, Augusto Ocampo, renunció voluntariamente a su visa estadounidense. En su comunicado, publicado por Petro, Ocampo dijo:
“Dignidad sí, visa no. He decidido renunciar a mi visa en solidaridad con Petro y porque la dignidad de Colombia está por encima de cualquier privilegio personal.”
El gesto de los funcionarios alineados con el Pacto Histórico marca una nueva etapa de tensión diplomática y política frente a Estados Unidos. La precandidata presidencial Vicky Dávila criticó la exigencia de lealtad y preguntó si otros dirigentes, como Iván Cepeda o Carolina Corcho, seguirán el ejemplo de renunciar a sus visas.
Esta es la primera respuesta formal de figuras políticas del entorno de Petro tras la revocación de la visa, que ocurrió en medio de la crítica del presidente colombiano al respaldo de EE.UU. a Israel en el conflicto palestino.
Mientras tanto, el Gobierno estadounidense mantiene firme su decisión, justificándola con los llamados de Petro que consideran “incitadores a la violencia.”
La polémica se suma a la tensión bilateral y pone en el centro de la escena la relación entre Colombia y Estados Unidos, abriendo un debate sobre soberanía, dignidad y libertad en la política internacional.
