La manzana, una de las frutas más consumidas en Argentina, es una aliada fundamental para la salud del colon y la prevención de múltiples enfermedades. Su alto contenido de fibra soluble, especialmente pectina, favorece el tránsito intestinal y combate el estreñimiento, uno de los principales síntomas de un colon deteriorado.
Especialistas en nutrición destacan que la manzana no solo mejora la digestión, sino que también protege el revestimiento del colon al reducir el contacto con toxinas. Sus antioxidantes, como la vitamina C y la quercetina, ayudan a defender las células del daño oxidativo, lo que disminuye el riesgo de cáncer de colon, uno de los tipos más frecuentes en el país.
Pero los beneficios no terminan ahí. Comer manzana de forma regular se relaciona con la prevención de enfermedades crónicas como:
- Cardiovasculares: baja el colesterol LDL y mejora la salud arterial.
- Diabetes tipo 2: regula los niveles de azúcar en sangre.
- Afecciones respiratorias: mejora la función pulmonar gracias a la quercetina.
- Cáncer: protege el ADN celular frente a daños.
- Enfermedades neurodegenerativas: reduce inflamación cerebral, un factor clave en Alzheimer y Parkinson.
- Hipertensión: la histidina actúa como vasodilatador.
- Anemia y cataratas: mejora la absorción de nutrientes y cuida la visión.
Los expertos insistieron en que, además de incorporar esta fruta, para mantener un colon saludable es clave adoptar una dieta rica en frutas y verduras, evitar ultraprocesados y alcohol, hidratarse bien con al menos dos litros de agua diarios y hacer actividad física con regularidad para favorecer la motilidad intestinal.
El cuidado del colon es fundamental para evitar síntomas molestos como dolor abdominal, gases e hinchazón, que pueden anticipar trastornos más graves. En Argentina, donde las enfermedades crónicas afectan a gran parte de la población, medidas simples y accesibles como comer manzana pueden marcar una diferencia tangible en la salud pública.
