Sidi Ould Tah inició el 1 de septiembre su presidencia en el Banco Africano de Desarrollo (BAD), y aunque por ahora sólo ha realizado una designación oficial, prepara un equipo sólido de asesores y expertos en finanzas internacionales para su gestión.
En su discurso de investidura, Tah fue claro: “El tiempo es para la acción”. Así definió la hoja de ruta que guiará los próximos cinco años del banco. La prioridad está en movilizar recursos y consolidar su liderazgo en la región, admitiendo de entrada que no se hace “ilusiones” frente a los retos económicos del continente.
Fuentes cercanas señalan que el presidente recién elegido no sólo contará con un núcleo técnico de confianza, sino también con aliados que jugaron un rol clave en su elección, lo que le asegura respaldo interno para mover la agenda pendiente en la BAD.
El cambio en la conducción del banco africano, uno de los principales financiadores del desarrollo económico en África, será observado de cerca, especialmente por cómo impactará en los proyectos prioritarios de inversión y en la cooperación financiera con Francia y la Unión Europea.
Hasta ahora, la estrategia de Sidi Ould Tah sólo ha sido esbozada públicamente, pero en la sombra se preparan nombramientos clave para fortalecer la capacidad operativa del banco y acelerar la ejecución de proyectos.
Con esto, Sidi Ould Tah parece buscar un mandato pragmático, alejándose de declaraciones grandilocuentes y enfocándose en resultados inmediatos para una institución que debe adaptarse rápido a los vaivenes económicos continentales y globales.
