Jordi Turull, secretario general de Junts, aclaró este domingo sus declaraciones polémicas sobre los andaluces financiándose el gimnasio y las mascotas con “el dinero de los catalanes”. Turull aseguró que no quiso ofender a Andalucía ni a sus habitantes, sino criticar al Estado y su sistema de financiación, que a su juicio perjudica a Cataluña.
El líder independentista fue contundente al defender que su reproche es a la “expoliación” que sufre Cataluña, y no a los andaluces. “22.000 millones de euros de los catalanes se van y no vuelven. Nos dicen que son aportaciones a la solidaridad, pero no puede ser que con el dinero de los catalanes se financien cosas como gimnasios o tener mascotas en otras comunidades”, afirmó Turull desde Foronda, en Vitoria-Gasteiz, donde participaba en el Alderdi Eguna del PNV.
Turull también criticó el trato de los medios de comunicación, que, según él, “estiraron el titular” para crear polémica sobre sus palabras. De hecho, subrayó que en Cataluña hay un amplio consenso para pedir un nuevo sistema de financiación que deje de “expoliar” a la región.
Por su parte, María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno y líder del PSOE en Andalucía, respondió con dureza. “Nadie financia a los andaluces. No consentiremos que digan que esta tierra vive del subsidio”, declaró Montero en clara alusión a las críticas de Turull.
La polémica estalló tras unas declaraciones en las que Turull aseguró que la clase media y trabajadora catalana no recibe ayudas para becas comedor o dependencia mientras, según él, “los andaluces se subvencionan el gimnasio y tienen perro con el dinero de los catalanes”.
La polémica alimenta todavía más el debate sobre la financiación autonómica y la tensión entre Cataluña y el resto de España. Turull insistió en reclamar a la vicepresidenta Montero que “cambie de una vez por todas esa injusticia desde el Estado”, que considera insostenible.
Este episodio se suma a las tensiones políticas que atraviesa el país, donde la financiación autonómica sigue siendo un asunto espinoso y fuente de conflictos recurrentes.
