La emblemática calle de Los Herreros en Zamora volvió a latir con fuerza este fin de semana gracias al pregón de Manuel Garrote, conocido como “Sopalajo”, que llamó a la ciudad a recuperar su pulso social y cultural.
Garrote, joven hostelero que regresó a Zamora tras tiempo en Madrid, aprovechó la Fiesta de la Virgen de Los Herreros para lanzar un mensaje claro: “Muchos nos dijeron que aquí no hay futuro, pero esta ciudad pequeña es una mina de oro que debemos disfrutar y vender”.
Consciente del declive que ha sufrido esta zona histórica, epicentro del ocio nocturno hace quince años, denunció la falta de apoyo institucional: “No ayudan lo que debieran”. Sin embargo, apeló a la responsabilidad individual para revivir la calle, antes llena cada noche, donde se conectaban amigos y desconocidos, se escuchaba música nueva y se respiraba vida social.
“Los Herreros representa ese entorno feliz al que debemos volver para sentirnos más humanos”, proclamó ante cientos de asistentes, destacando la esencia de sus bares tradicionales con tapas y pubs de diversidad, donde con 20 euros se puede disfrutar media hora de ocio real, lejos de las pantallas.
La jornada continuó con un tardeo que se prolongó hasta el cierre, sumando voces que corearon: “¡Viva la Virgen de los Herreros!, ¡Viva la calle de Los Herreros!”
El presidente de la Asociación de Hosteleros de Los Herreros, Rafael Lorenzo Miranda, respaldó esta apuesta por recuperar la actividad, clave para el resurgir cultural y económico de Zamora.
La Fiesta de la Virgen de Los Herreros reafirma así el compromiso con un espacio que fue referente en la región y que busca retomar su papel central en la vida social y nocturna para impulsar la capital desde sus raíces.
