Un consorcio liderado por Silver Lake Management y el fondo soberano de Arabia Saudí negocia la compra apalancada de Electronic Arts (EA) por aproximadamente US$50.000 millones, según reportes de Bloomberg y The Wall Street Journal. El acuerdo podría anunciarse esta semana y sería uno de los mayores en la historia del sector.
EA, con sede en Redwood City, California, es una de las principales editoras de videojuegos de EE. UU. Sus franquicias como Battlefield y EA Sports FC son reconocidas globalmente, aunque la empresa ha frenado el lanzamiento de nuevos títulos y se enfoca en juegos de servicio en vivo con ingresos recurrentes, como Apex Legends.
La oferta llega en un momento donde la industria del videojuego pasa por su tendencia más complicada en años. Tras el auge por la pandemia, el crecimiento se desaceleró, con jugadores menos dispuestos a pagar hasta 80 dólares por nuevos juegos y más inclinados a mantener favoritos antiguos como Fortnite o Minecraft.
Según analistas, como Rhys Elliott de MiDiA Research, el sector estará cerca de un crecimiento moderado de apenas 4,6% para 2025, reflejando un mercado maduro y saturado. “El crecimiento de dos dígitos es una fantasía”, afirmó. Mat Piscatella, de Circana, aseguró que el mercado de consolas ya no crece y que muchos jóvenes prefieren juegos ya consolidados.
La fortaleza de EA en videojuegos deportivos, con títulos como Madden NFL dominando ventas, hace atractiva la empresa para un comprador de capital privado que busca ingresos previsibles para amortizar una compra cargada de deuda.
“Estamos dejando atrás una era de innovación por otra de acomodación, donde los jugadores gastan en lo mismo una y otra vez,” dijo Nicholas Lovell, analista y cofundador de Spilt Milk Studios.
El sector vive una fase de consolidación evidente. Tras la compra de Activision Blizzard por Microsoft y la adquisición de Zynga por parte de Take-Two Interactive, la posible compra de EA marca otro paso en la concentración del mercado global.
Electronic Arts viene de realizar varios ajustes: ya ha despedido cientos de empleados este año, cerró estudios, y canceló proyectos clave, incluyendo un juego basado en Black Panther. Antes de la noticia, EA valía US$42.000 millones, cifra que subió a casi US$48.400 millones tras confirmarse las negociaciones.
Con el lanzamiento de Battlefield 6 programado para el 10 de octubre y rumores positivos sobre el juego, EA enfrenta un futuro incierto dentro de un mercado que sigue ajustando sus estrategias ante una base de jugadores que demanda cada vez menos novedades y más servicios continuos.
Arabia Saudí, que recientemente ha promovido eventos de esports con premios millonarios, continúa expandiendo su influencia en la industria global con esta posible compra estratégica.
