Una precipitación récord de hasta 90.7 milímetros en pocas horas azotó Iztapalapa el sábado 27 de septiembre, dejando al menos 20 colonias inundadas y afectaciones en Tláhuac y otras zonas al oriente de la Ciudad de México. Casi 300 viviendas resultaron dañadas, con árboles y postes caídos, además de una interrupción parcial en la operación del Metro.
El agua alcanzó hasta dos metros en puntos del tramo Santa Marta-Acatitla de la Línea A del Metro. Aunque el servicio se restableció parcialmente la mañana del domingo, el tramo entre Guelatao y Santa Marta permanece sin operación, apoyado con autobuses RTP.
La alcaldía Iztapalapa activó un operativo de emergencia desde la noche del sábado. Se instalaron un puesto de mando y siete centros de coordinación para atender a las familias afectadas. La alcaldesa Aleida Alavez supervisó las labores y urgió a resguardar la integridad de los habitantes.
Durante el domingo se repartieron 3,500 raciones de comida caliente y 2,000 kits de limpieza para las colonias más afectadas como Ejército de Oriente, Santa Cruz Meyehualco, Ermita Zaragoza y La Colmena, entre otras. Equipos de la Dirección General de Servicios Hidráulicos y Segiagua trabajaron sin pausa para limpiar drenajes y calles, retirando lodo y escombros.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, visitó Santa María Aztahuacán para anunciar apoyos económicos y materiales. Explicó que las familias recibirán un primer apoyo del Gobierno capitalino y otro por el seguro contratado que se activó tras la emergencia. Personal de la Secretaría de Atención y Participación Ciudadana inició un censo casa por casa para evaluar daños y el lunes comenzarán los ajustes de aseguradoras.
“Lo más importante es resguardar la integridad de las familias”, dijo la alcaldesa Aleida Alavez durante su recorrido.
Además, se habilitó un comedor comunitario con desayuno, comida y cena para afectados, y se entregaron colchones nuevos para sustituir los dañados por la inundación.
En materia de infraestructura, Brugada anunció la construcción de un vaso regulador en Ermita y Camino a San Miguel, para canalizar el agua proveniente de zonas altas y prevenir futuras inundaciones. También adelantó obras de sustitución del drenaje, repavimentación y reencarpetado en puntos críticos.
Más de 100 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, 25 brigadistas de Protección Civil y 20 bomberos con siete unidades participaron en las labores de apoyo, desalojo de agua y limpieza.
Este evento expone las fallas persistentes en infraestructura hidráulica en zonas bajas de Iztapalapa, donde el crecimiento urbano irregular y saturación del drenaje agravan el riesgo de inundaciones. Vecinos reportan que cada lluvia intensa provoca anegamientos en sus casas.
Expertos advierten que, con el cambio climático, estas lluvias extremas serán más frecuentes y demandarán obras mayores para mitigar su impacto. El gobierno capitalino se comprometió a priorizar proyectos de regulación pluvial y reforzamiento de drenajes en la zona durante el próximo año.
