La Ponferradina vive una crisis inédita en tres años tras acumular tres derrotas consecutivas, dos de ellas en El Toralín, un escenario donde no caía de forma seguida desde la temporada 22/23.
Tras un comienzo esperanzador con una victoria contundente en Avilés, los bercianos no han podido sostener el nivel y han encadenado derrotas contra Pontevedra, Racing de Ferrol y Guadalajara. Esta racha los ha situado en la zona de salvación de Primera Federación, un lugar muy alejado de las aspiraciones del club y su afición.
Racha preocupante que remite a la última Segunda División
Según datos oficiales, la Ponferradina no perdía tres partidos seguidos desde su última temporada en Segunda División. En aquel curso, acumularon tres derrotas ante Eibar, Sporting y Zaragoza, coincidiendo además con las fiestas de La Encina, el evento local más importante. Desde entonces, nunca habían sufrido una caída tan pronunciada ni doble caída seguida en El Toralín.
La presente temporada 25/26, sin embargo, revive aquella sombra oscura que culminó en descenso. De hecho, en la 23/24 el equipo llegó a acumular cinco partidos sin ganar, situación que precipitaría el cambio de entrenador con la salida de Iñigo Vélez y la llegada de Juanfran en marzo, buscando revertir la situación.
El futuro inmediato, decisivo para la permanencia
Ante este delicado horizonte, el técnico Fer Estévez prepara ahora una semana crucial con partidos de gran exigencia. El primero será en Tajonar, frente a un Osasuna B cuya estadística favorece a los bercianos con cuatro victorias en las dos últimas campañas.
Luego, la Deportiva volverá a El Toralín contra el Real Madrid Castilla, un duelo decisivo para cambiar la dinámica y salir de la zona peligrosa. La obligación de ganar es clara, especialmente en casa si quieren luchar por la parte alta de la tabla, debilitados por la reciente pausa debido al Mundial Sub’20.
Impacto y emociones en El Bierzo
Los aficionados vivieron la noticia con preocupación y expectativa tras ver cómo un equipo con ilusión inicial ahora observa con inquietud la lucha por el descenso. El regreso de Juanfran en temporadas pasadas demuestra que la palabra “recuperación” sigue teniendo peso en la historia reciente de la Ponferradina.
Las próximas semanas serán vitales para que los jugadores y el cuerpo técnico recuperen la confianza y estrechen filas con la afición en un momento clave del calendario. La presión está al máximo y la permanencia en Primera Federación pende de un hilo, justo cuando se cumplen tres años sin una racha tan negativa en El Toralín.
Los seguidores y expertos nacionales seguirán atentos a la evolución, esperando que esta crisis breve no marque el rumbo definitivo de la campaña y que con esfuerzo y compromiso el equipo logre revertir la situación inmediata.
