Un cirujano mexicano frustró una tragedia a 37 mil pies de altura durante el vuelo 421 de Aeroméxico que salió de Miami hacia Ciudad de México.
Pablo Orozco Obregón, médico general y gastroenterólogo, que trabaja en el Centro Médico ABC, viajaba en el asiento 15B cuando notó que su compañera de fila, María Gracia Parra, quien vive en CDMX pero es venezolana, comenzó a asfixiarse alrededor de las 20:30 horas, hora del Golfo de México.
La pasajera sufrió una obstrucción en la tráquea al atragantarse con una botana, se le cerró la vía aérea y dejó de poder respirar. Orozco Obregón reaccionó de inmediato y aplicó la maniobra de Heimlich, salvándole la vida antes de que la situación empeorara.
El doctor, egresado de la Universidad La Salle y con especialidad en gastroenterología por la UNAM, se identificó rápidamente ante la tripulación, que le permitió actuar sin demora para estabilizar a la pasajera.
“Fueron unos chetos, el doctor me explicó que a veces el polvito puede causar esto, pero sentí que se me cerró la tráquea y no podía respirar”, recordó María Gracia tras recibir atención.
El vuelo, que salió con una hora de retraso a las 19:30 horas del Aeropuerto Internacional de Miami, tuvo una duración aproximada de 2 horas y 45 minutos. Durante todo el incidente la tripulación permaneció alerta para asistir a la pasajera.
Pablo Orozco Obregón es miembro del Consejo Mexicano de Cirugía General y su rápida intervención evitó un desenlace fatal ante la emergencia médica en vuelo. María Gracia lo agradeció visiblemente tras recuperar la respiración.
Este caso subraya la importancia de la presencia de profesionales de la salud en situaciones inesperadas, especialmente en vuelos donde es clave reaccionar rápido ante emergencias.
