La 80ª Asamblea General de la ONU cerró hoy en Nueva York con un debate intenso sobre el cambio climático y los derechos humanos.
Líderes de países en desarrollo pusieron en jaque a las potencias industrializadas por la falta de cumplimiento en la financiación prometida para enfrentar el calentamiento global. Exigieron respuestas concretas para mitigar los efectos devastadores que sufren sus regiones.
En el último día de sesiones, la discusión giró también en torno a la protección de derechos humanos en contextos vulnerables, aunque el foco estuvo en el tema ambiental.
Las naciones emergentes recordaron que el calentamiento global es el resultado histórico de emisiones de los países desarrollados y que ahora corresponde a estos cumplir con los compromisos financieros anunciados en cumbres anteriores.
La ONU, que reunió esta semana a casi todos los países del mundo, insistió en la urgencia de acelerar acciones globales ante las evidencias científicas claras. La falta de fondos dificulta la implementación de planes de adaptación y mitigación en muchas regiones.
Este cierre marca un llamado de alerta para que las economías más poderosas no se desentiendan de sus responsabilidades. Por ahora, la Asamblea termina sin nuevos grandes acuerdos pero con un mensaje contundente: el tiempo para actuar se está acabando.
