Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu acordaron este lunes en la Casa Blanca un plan para poner fin a la guerra en Gaza que obliga a Hamás a aceptarlo “por las buenas o por las malas”.
El plan incluye la liberación inmediata de todos los rehenes, el desarme total de Hamás, y la formación de un gobierno de transición en Gaza, vigilado por una junta integrada por Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair.
Netanyahu respaldó públicamente la propuesta que busca eliminar el control político y militar de Hamás sobre Gaza y garantizó que Israel no tolerará amenazas futuras desde ese territorio.
“Esto se puede hacer por las buenas o por las malas”
El plan exige además que la Autoridad Palestina, que gobierna en partes de Cisjordania, se someta primero a una reforma radical para tomar el control eventual de Gaza. Hamás quedaría fuera de cualquier gobierno futuro y desmilitarizado.
Estados Unidos se comprometió a mediar para una coexistencia pacífica entre Israel y Palestina, sin descartar la posibilidad de un Estado palestino. Sin embargo, Netanyahu dejó claro que si Hamás rechaza la propuesta, Israel mantendrá el asedio y continuará la ofensiva hasta “terminar el trabajo”.
Este acuerdo llega en medio de una escalada que ha conmocionado al mundo, y que ya ha sido calificada por varios gobiernos y organismos internacionales, incluida la ONU, como una situación de genocidio contra Gaza.
El plan de Trump representa el intento más claro de Washington para cerrar el conflicto tras semanas de enfrentamientos sangrientos y asegura la participación directa estadounidense en la supervisión política y de seguridad en el enclave palestino.
Por ahora, queda por ver si Hamás acepta esta propuesta que define el futuro político y militar de Gaza y que puede marcar un punto de inflexión en el conflicto israelí-palestino.
