Taxistas autorizados del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) demandan la expulsión inmediata de 70 taxis piratas que operan sin permisos oficiales frente a las terminales 1 y 2. La empresa señalada es Casadey, propiedad de María Guadalupe Espinosa Martínez, acusada de ocupar espacios de manera arbitraria y amenazante para cargar pasaje.
Los operadores oficiales alertan que estas unidades no cuentan con seguro para pasajeros, lo que pone en riesgo a quienes utilizan este servicio. Además, la empresa debe más de 10 millones de pesos en pagos obligatorios y sus choferes carecen de licencia federal para conducir.
El conflicto se agrava por acusaciones de fraude y corrupción. En 2022, Guadalupe Espinosa perdió un amparo tras probarse la falsificación de documentos para obtener los taxis con apoyo dudoso de ex funcionarios del AICM, actualmente bajo investigación federal.
Los taxistas autorizados también denuncian que durante los recorridos los choferes ofrecen drogas, servicios sexuales y alojamiento en hoteles vinculados al negocio, lo que ha generado múltiples quejas de los usuarios.
“Con la Copa Mundial de Futbol 2026 a la vuelta de la esquina, no podemos permitir que estos taxis ilegales sigan ofreciendo un servicio inseguro y dañando la imagen de los taxistas formales del AICM”, aseguró un representante.
Exigen la intervención urgente del titular de la Secretaría de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, del Secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Antonio Esteva Medina, y del director del AICM, Juan José Padilla Olmos, para retirar las 70 unidades y evitar “abusos, malos manejos y asaltos” a turistas nacionales y extranjeros que llegarán al país.
La disputa resalta la presión que enfrenta el AICM por regularizar el transporte ante el aumento esperado de viajeros por el Mundial. Hasta ahora no hay respuesta oficial a las peticiones de los taxistas autorizados, pero advierten que si no se actúa rápido, el problema se agravará.
