La crisis deportiva en el Torino se profundiza luego de la derrota sufrida ayer en Parma en el posticipo de la quinta jornada de la Serie A. Con solo 4 puntos acumulados en cinco fechas, el conjunto granata se ubica 15º en la tabla, una posición que presiona fuertemente la continuidad de su entrenador, Alberto Baroni.
El desempeño irregular ya había dejado señales claras luego de dos derrotas contundentes frente a Inter y Atalanta, dos de los equipos más fuertes del campeonato. Sin embargo, la caída en Parma —considerada una oportunidad para sumar puntos ante un rival directo— podría ser la gota que colme la paciencia de la dirigencia.
Baroni en la cuerda floja después de cinco fechas
La dirigencia del Torino está en una encrucijada. El equipo, acostumbrado a pelear en la mitad alta de la tabla y apuntar hacia competencias europeas, arranca la temporada tambaleando. Este mal inicio pone en duda la continuidad de Baroni, un técnico conocido por su capacidad para desarrollar proyectos a largo plazo pero que ahora no ha logrado los resultados mínimos exigidos.
En las oficinas del club se han activado horas de reflexión profunda sobre el futuro inmediato. La presión de los fanáticos, la crítica de la prensa local y la necesidad urgente de un cambio de rumbo dentro del vestuario han acelerado el debate.
Los posibles reemplazos ya están en la mira
Entre las alternativas que maneja la directiva sobresale el nombre de Raffaele Palladino, exfutbolista convertido en entrenador, que permanece sin equipo tras su último paso en el Fiorentina. Palladino es visto como una figura cercana, con experiencia en la Serie A y capaz de reactivar al grupo con un enfoque fresco.
Otro nombre que no se descarta es el de Vanoli, quien ya tuvo pasos anteriores en el Torino y mantiene buena relación con la dirigencia y el plantel. Esta opción se considera más conservadora, apostando por la continuidad y la familiaridad con el club.
Además, en el entorno del fútbol italiano han circulado otros técnicos que podrían surgir como candidatos en caso de que la crisis se agrave, aunque la dirigencia mantiene confidencialidad mientras busca la mejor ruta para evitar una caída en picada más profunda.
Una temporada crítica para el Torino
El contexto no ayuda. La Serie A este año ha mostrado un nivel muy competitivo con técnicos de renombre como Ivan Jurić en el Hellas Verona o Vincenzo Italiano en Fiorentina, que han puesto la vara alta para equipos con presupuestos similares. El Torino necesita adaptarse rápido para no quedar relegado a la zona de descenso.
La gestión deportiva también enfrenta cuestionamientos. Desde hace años, el Torino ha apostado por un modelo que combina jugadores jóvenes y algunos veteranos, buscando equilibrio económico y desarrollo a mediano plazo. Sin embargo, el arranque de temporada evidenció problemas tácticos, falta de cohesión en el campo y una fragilidad defensiva preocupante.
El tiempo apura a Baroni y a sus colaboradores. Que la directiva esté barajando cambios tan pronto indica la gravedad de la situación y la urgencia por darle un giro a la campaña antes de entrar en terreno peligroso.
Lo que sigue tras la derrota en Parma
La derrota en el estadio Ennio Tardini, ante un Parma que tampoco ha hecho un gran comienzo de campeonato, golpeó duro. El Torino no pudo aprovechar sus oportunidades y terminó cayendo claramente, demostrando desorden y falta de presión efectiva en el mediocampo.
Tras el partido, en el club se esperan reuniones claves para definir si la próxima fecha el equipo salta al campo con el mismo cuerpo técnico o bajo otro mando.
Mientras tanto, los rumores y expectativa crecen en el entorno granata y en las redes sociales, donde los aficionados piden reacciones inmediatas para salvar la temporada.
Lo único claro es que el Torino está en un punto crítico: o recupera el control rápido o la presión acumulada será insostenible para Baroni y su cuerpo técnico, con importantes decisiones en puerta que podrían cambiar el rumbo del club en lo que resta del año.
