Pedro Sánchez volvió a apretar a comunidades autónomas y ayuntamientos para que apliquen sin demora la Ley de Vivienda con el fin de reducir los precios del alquiler y la vivienda, un problema que tachó de “gran reto” para el país.
El presidente recordó como ejemplo que en Cataluña ya se están aplicando medidas concretas amparadas en esta ley que han conseguido contener, hasta cierto punto, la escalada de costes que afecta a millones de ciudadanos.
“No entender ni afrontar este desafío desde las administraciones con competencias en vivienda es irresponsable”, afirmó Sánchez, evidenciando su crítica a varias comunidades y municipios que aún no han puesto en marcha las regulaciones previstas.
La Ley de Vivienda, aprobada hace meses, contempla mecanismos para limitar los precios máximos del alquiler en áreas con mercado tensionado y reforzar la oferta pública. Sin embargo, depende de la voluntad y ejecución de las administraciones locales para que tenga efecto real.
En el último año, el aumento de los precios ha superado con creces la capacidad de ahorro de muchas familias. Sánchez subrayó que sin una aplicación firme y coordinada, la crisis habitacional podría profundizarse.
Fuentes gubernamentales aseguran que el Ejecutivo continuará presionando a las autonomías para que actúen rápido y no se pierda más tiempo, dejando clara la prioridad que este tema tiene para el Gobierno central de cara a ofrecer soluciones reales a los españoles.
