Miles de mexicanos, principalmente adultos mayores, han sido víctimas de fraudes cibernéticos que utilizan inteligencia artificial y redes sociales para engañar con falsas inversiones.
Plataformas como “Oil Profit” y “DGENCT” operan desde empresas fachada, que abren cuentas bancarias locales para recibir el dinero y retirarlo al instante, impunes ante la lentitud de las autoridades.
Uno de los engaños más sonados involucró el uso de la imagen del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tuvo que desmentir públicamente el 26 de abril que estuviera promoviendo inversiones en “Oil Profit”, pero para entonces miles ya habían invertido sus ahorros.
Testimonios reunidos por Aristegui Noticias revelan que el modus operandi inicia con anuncios en Facebook, Instagram o TikTok, que llevan a las víctimas a entregar sus datos y descargar supuestas apps para “invertir”. Sueldo “expertos” en trading ofrecen ganancias extraordinarias y piden invertir más dinero con la promesa de bonos que nunca llegan.
“Realmente fue desde el celular. Me enviaron mensajes en los que aparecía AMLO hablando de que invirtiera en Pemex, que era muy redituable”, explicó Susana N., víctima de un fraude por 2 millones de pesos.
Las plataformas utilizan inteligencia artificial para crear mensajes y videos falsos con figuras públicas como Carlos Slim, Carmen Aristegui y hasta deportistas internacionales como Rafael Nadal, quien aclaró que no promueve ninguna inversión.
En un solo mes, la empresa detrás de “Oil Profit”, YGT Business Services SA de CV, habría obtenido casi 30 millones de pesos, desviados rápidamente sin intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) pidió en agosto alertar sobre el uso ilegal de identidad de figuras públicas para engañar a usuarios. Hasta el primer semestre de 2025, reportó 3.5 millones de reclamos por fraudes financieros y una pérdida cercana a los 20 mil millones de pesos en 2023.
Los bancos han permitido la apertura de cuentas para estas empresas fachada, con movimientos irregulares pero sin congelar recursos debido a la complejidad y lentitud de los procesos legales.
Las víctimas enfrentan trámites largos y complicados para recuperar su dinero, requiriendo abogados especializados en delitos financieros e inteligencia artificial. Muchas denuncias no llegan a la Fiscalía especializada porque el monto defraudado es menor a 1.2 millones de pesos, mientras otros temen represalias al proporcionar sus datos personales que los estafadores ya poseen.
El fraude cibernético crece en México por la falta de regulación estricta comparable al Digital Services Act de la Unión Europea, que obliga a plataformas a transparentar anuncios y permitir seguimiento de anunciantes.
Facebook, Instagram y Google reportan acciones contra cuentas falsas y anuncios fraudulentos, pero México sigue sin una norma que imponga sanciones severas a los responsables o plataformas donde se publican estos fraudes.
La Condusef insiste en usar sus plataformas de denuncia y consultar el SIPRES para evitar caer en estas estafas, mientras las autoridades implementan mecanismos legales que todavía deben ser aprobados en el Congreso.
Por ahora, el consejo para los usuarios es desconfiar de ofertas de inversión en redes sociales, verificar la legitimidad de las plataformas e informar cualquier contacto sospechoso para reducir el impacto del crimen organizado digital.
