Salvatore Ocone fue detenido en Campobasso tras una intensa búsqueda policial que se desató después del femicidio de su esposa, Elisa Polcino, ocurrido el 30 de septiembre en Paupisi, provincia de Benevento. La tragedia escaló cuando uno de sus hijos, un joven de 15 años, falleció y la hija de 16 resultó gravemente herida tras la fuga del padre con los adolescentes.
Detención tras femicidio y violencia familiar
Los carabinieri localizaron a Ocone en la zona entre Mirabello Sannitico y Campobasso, en la región del Molise, gracias al seguimiento con un helicóptero que detectó su vehículo, un Opel Mokka negro. Inmediatamente, se movilizaron las unidades terrestres para interceptarlo y detenerlo.
Hasta el cierre de esta nota, no se han difundido detalles oficiales sobre el estado de salud de Ocone tras su captura. Se confirma que salía de Paupisi llevando consigo a sus dos hijos menores de edad después del crimen contra su esposa.
Crimen brutal en el hogar familiar
La fiscalía y los peritos indicaron que Elisa Polcino, de 49 años, fue asesinada probablemente con múltiples golpes de piedra en la cabeza y el rostro mientras estaba en la cama matrimonial. Testigos y autoridades determinan que el ataque ocurrió alrededor de las 8 de la mañana del martes 30 de septiembre.
La violencia estalló tras una discusión intrafamiliar en la casa ubicada en la zona de Contrada Frasso, Paupisi. La madre del agresor, que vive en el primer piso del edificio, fue quien encontró el cuerpo sin vida de Elisa y dio aviso a las autoridades. El suceso conmocionó a la pequeña comunidad del Beneventano.
Tensiones ocultas y denuncias ignoradas
Inicialmente, autoridades locales y medios presentaron a la familia como “normal” y sin antecedentes violentos según declaraciones de vecinos y del alcalde Salvatore Colletta. El colonnello Enrico Calandro de los carabinieri de Benevento sostuvo que no había registros de conflictos previos o denuncias por violencia doméstica en esa casa.
Sin embargo, esta versión fue quebrada por un vecino anónimo que manifestó que las peleas y gritos en el hogar eran constantes y visibles para toda la comunidad, advirtiendo que la situación estaba marcada por “problemas sociales y personales” recurrentes y que la tragedia “era evitable”.
“Las gritos de ella se escuchaban cada semana, no es creíble hacerse el distraído”, declaró un vecino sobre las tensiones dentro de la pareja.
El vecino insistió en que todos en el pueblo conocían la inestabilidad familiar, aunque no se hayan registrado actos formales ni intervenciones sociales previas. Esto abre interrogantes sobre la prevención y detección de violencia intrafamiliar en contextos pequeños y rurales como Paupisi.
Estado de los hijos tras la fuga
Tras matarle a la esposa, Salvatore Ocone huyó con sus dos hijos menores a bordo de su coche. Según fuentes del Corriere della Sera, el hijo de 15 años murió en circunstancias no del todo aclaradas, mientras que la hija de 16 años fue hospitalizada con heridas graves. Las autoridades aún no ofrecen detalles oficiales sobre la naturaleza ni gravedad exacta de las lesiones de la joven.
El tercer hijo mayor de edad fue informado inmediatamente por las fuerzas del orden sobre el doble drama que sacude a la familia.
Implicaciones y reacción local
Este caso vuelve a poner sobre la mesa la problemática social de la violencia doméstica y el femicidio en Italia, especialmente en áreas rurales donde la visibilidad de conflictos puede ser mayor pero el acceso a servicios sociales y policiales más limitado.
La policía continúa con las investigaciones para esclarecer las circunstancias precisas de la muerte del hijo y el estado real de salud de la hija, y busca reconstruir la cronología exacta de los hechos para aplicar la justicia de manera rápida y rigurosa.
Mientras tanto, el pueblo de Paupisi mantiene una mezcla de conmoción y dolor, con vecinos que se lamentan por no haber podido intervenir pese a las señales visibles de conflicto en la familia Ocone-Polcino.
Próximos pasos judiciales
Salvatore Ocone enfrentará cargos no solo por el femicidio de su esposa, sino también por la posible muerte de su hijo y las lesiones a su hija, sumando a estas investigaciones el análisis de antecedentes y eventuales responsabilidades sociales que contradicen la primera impresión de una familia sin conflictos.
Las autoridades judiciales y policiales de Benevento y Molise colaboran para establecer con detalle la dinámica del crimen, y se prevé que en los próximos días Ocone sea llevado a audiencia para formalizar las imputaciones.
Este caso desvela una dramática historia detrás de un aparente anonimato y confirma la urgencia de reforzar la vigilancia y apoyo a víctimas potenciales de violencia doméstica en Italia.
