En plena explosión de innovaciones sostenibles, emerge una historia de los años 60 que podría revolucionar la forma en que vemos los residuos y la construcción: Heineken desarrolló una botella de cerveza transformable en ladrillo ecológico, llamada WOBO (World Bottle). Este proyecto pionero y hoy redescubierto, nació para dar respuesta al creciente problema de las botellas de vidrio usadas y la necesidad de vivienda accesible, aún sin alcanzar la producción masiva.
El origen de WOBO: una botella que construye
La idea nació en 1963, durante una visita del entonces líder de Heineken, Alfred “Freddy” Heineken, a la isla caribeña de Curaçao. Impactado por la gran cantidad de botellas de vidrio abandonadas en las playas, Heineken propuso un envase que, una vez vaciado, pudiera servir para construir viviendas. Una solución económica, práctica y ecológica que anticipaba las ideas de economía circular casi 60 años antes.
El diseño fue encargado al arquitecto John Habraken, quien creó una botella con forma rectangular y paredes planas para facilitar la unión entre unidades, y con un fondo cóncavo que permitía encajarlas como ladrillos LEGO. Dos tamaños fueron creados: uno de 350 ml y otro de 500 ml. Durante la fase experimental se produjeron unas 100.000 unidades y se construyó una pequeña casa demostrativa hecha exclusivamente con estas botellas.
¿Por qué no prosperó el proyecto?
A pesar de su funcionalidad y bajo costo, la idea no pasó de la experimentación. El departamento de marketing de Heineken temió que la asociación de su botella con un material de construcción pudiera dañar la imagen “premium” de la marca, una preocupación que resulta incomprensible en el actual contexto, donde la sostenibilidad es clave en la reputación corporativa.
Por esta decisión, WOBO quedó relegada al olvido, aunque su potencial para reducir el gran impacto ambiental del vidrio residual y solucionar problemas de vivienda económica era enorme. De hecho, esta innovación ha sido fuente de inspiración para proyectos actuales como los Earthships del arquitecto estadounidense Michael Reynolds, casas ecológicas construidas con materiales reciclados incluyendo botellas, latas y neumáticos.
Heineken, una empresa con visión histórica y presente sostenible
Fundada en 1864 en Amsterdam por Gerard Adriaan Heineken, la firma holandesa es hoy un gigante mundial con presencia en más de 70 países y una facturación anual que supera los 20.000 millones de euros. Aunque la WOBO no entró en producción comercial, es prueba de la capacidad innovadora que acompañó desde sus orígenes al grupo.
Actualmente, Heineken está involucrada activamente en iniciativas para reducir la huella ambiental, incrementar el uso de materiales reciclables y diseñar procesos productivos más sostenibles. La figura de Freddy Heineken continúa siendo clave en la narrativa empresarial, no solo por su expansión comercial, sino también por impulsar ideas pioneras que hoy cobran nueva vigencia.
La actualidad y futuro de la sostenibilidad en envases
La revaloración de la WOBO se produce en un contexto global donde la economía circular y el reciclaje son urgentes para frenar la contaminación y la escasez de recursos. El simple concepto de transformar un envase de un solo uso en un ladrillo para construcción sostenible abre desafíos y oportunidades grandes para el sector.
Cada año se consumen millones de botellas de vidrio, muchas de las cuales terminan en rellenos o contaminando espacios naturales. El ejemplo de la WOBO adelanta un futuro donde estos residuos pueden tener múltiples vidas y convertirse en soluciones habitacionales baratas y ecológicas, apoyando la lucha contra el cambio climático y la crisis de vivienda.
El diseño funcional, estético y responsable de WOBO evidencia cómo la innovación puede ir de la mano con la responsabilidad social y medioambiental, un modelo que empresas e industrias deben rehacer para adaptarse a los retos globales.
Esta historia olvidada de los años 60 es un recordatorio de que muchas ideas revolucionarias han sido descartadas antes de tiempo y ahora resurgen con fuerza, listas para transformar sectores enteros como la construcción, la gestión de residuos y el diseño industrial.
