Los ingresos públicos derivados de importaciones crecieron 24.5% en los primeros ocho meses del año, alcanzando 111,082 millones de pesos, informó la Secretaría de Hacienda.
Este avance supera en 13,211 millones de pesos lo previsto para el periodo, un resultado atribuido a los cambios en el esquema tarifario para países sin tratados comerciales con México, una mayor vigilancia en aduanas y un nuevo tratamiento fiscal para productos bajo el umbral minimis, el valor mínimo para mercancías libres de arancel.
El informe público al mes de agosto señala que los ingresos totales del sector público crecieron apenas 2.6% respecto al año anterior, sumando 5.38 billones de pesos, aunque la cifra quedó por debajo de lo planeado en 117,988 millones.
Dentro de estos ingresos, los petroleros registraron una caída del 15.8%, situándose en 598,641 millones. En contraste, los ingresos tributarios siguieron al alza con un crecimiento de 6.5%, llegando a 3.69 billones de pesos.
En el lado del gasto, Hacienda reportó una reducción del 3.6% en el gasto total, que cerró en 5.96 billones, cumpliendo con los criterios de sostenibilidad fiscal aprobados para 2024. El avance del gasto en el calendario fue del 94.9%.
El costo financiero subió 9.3% bajo un contexto de condiciones financieras restrictivas, mientras que el déficit presupuestario registró un menor saldo a lo esperado, con 581,138 millones contra una previsión de 785,123 millones.
En cuanto a la deuda, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público se ubicó en 49.5% del PIB, por debajo del 51.3% registrado al cierre de 2023. La deuda neta del Sector Público Federal fue de 50.2% del Producto Interno Bruto.
Los datos sugieren que la recaudación en aduanas no solo está creciendo por los ajustes tarifarios, sino también por un mayor control en el ingreso de mercancías, lo que podría ayudar a Hacienda a compensar la caída en ingresos petroleros sin recurrir a una reforma fiscal profunda.
