Rubén Oseguera González, alias El Menchito, hijo del capo del Cártel Jalisco Nueva Generación, fue trasladado a la prisión federal de máxima seguridad ADX Florence, conocida como la “Alcatraz de las Rocosas” en Colorado.
El cambio se dio días después de que El Menchito cumpliera cadena perpetua en una corte de Washington DC. Su condena llegó tras un juicio de casi un mes donde se le declaró culpable de conspiración para traficar cocaína y metanfetaminas, además del uso ilegal de armas.
Antes de este traslado, El Menchito estaba recluido en una penitenciaría menos severa, la USP Florence High, desde abril. Su expediente en el sistema penitenciario federal figura bajo el folio 35708-016.
Durante el juicio, la fiscalía estadounidense lo nombró el “narco príncipe” del CJNG, responsabilizándolo de liderar esta facción criminal con mayor capacidad de violencia en la última década. Se negó a cooperar con la justicia pese a que le ofrecieron beneficios a cambio de incriminar a su madre, Rosalinda González Valencia.
“Es realmente una atrocidad que solo porque alguien reciba una sentencia significativa deba ser torturado todo el tiempo y puesto en ADX Florence, que es el infierno mismo”, dijo a Milenio su abogado defensor, Jan Ronis. “No está respaldado por su historial o comportamiento y fue un castigo adicional no contemplado por la corte”.
ADX Florence, la cárcel más temida de Estados Unidos
Este penal, inaugurado en 1994 en el desierto de Colorado, aloja a terroristas, espías, narcotraficantes y criminales de alto perfil, entre ellos Joaquín “El Chapo” Guzmán, ahora según informes, compañero de celda de El Menchito.
Con capacidad para 490 internos, ADX Florence es la prisión más segura y restrictiva de EEUU. Actualmente tiene 332 presos. No registra fugas desde su apertura.
Los presos pasan 23 horas diarias en celdas diminutas de concreto (2×3.5 metros) con una cama, sanitario, escritorio, luz fija, una TV con programación limitada y estrictas limitaciones para visitas.
El penal está blindado con torres de vigilancia, francotiradores, perros adiestrados, cercos eléctricos y más de mil puertas de acero controladas a distancia. Movimientos internos son estrictamente vigilados y los reclusos suelen desconocer su ubicación exacta dentro del complejo.
ONGs y expertos alertan sobre graves daños físicos y psicológicos que provoca el aislamiento prolongado, que incluye insomnio, ansiedad, pérdida de memoria y autolesiones. Es el régimen más severo del sistema federal estadounidense.
Algunos capos, como Ismael “El Mayo” Zambada, buscan evitar ser enviados a este penal, considerado el peor destino para líderes criminales.
El traslado de El Menchito marca un escalón más en el endurecimiento del castigo para uno de los herederos del poder del CJNG, que tiene en la mira la justicia estadounidense como uno de los cárteles más peligrosos y violentos del continente.
