El diputado republicano John Gillette ha generado una fuerte polémica en Estados Unidos tras pedir públicamente la ejecución de la congresista demócrata Pramila Jayapal por incitar a protestar contra Donald Trump.
Gillette, representante del condado de Kingsman en Arizona, respondió en la red social X a un video de Jayapal en el que promueve protestas pacíficas contra Trump. En su mensaje, Gillette escribió:
“Hasta que personas como esta, que abogan por la caída del gobierno estadounidense, no sean juzgadas, condenadas y colgadas… esto seguirá.”
La grabación en cuestión forma parte de la serie “Resistance Lab” de Jayapal donde explica cómo llevar a cabo acciones no violentas para resistir al ex presidente Trump. Sin embargo, Gillette tergiversó el contenido, pues en el video no se llama a derrocar el gobierno sino a protestas pacíficas.
El comentario de Gillette llega en un contexto de crecientes tensiones políticas. Él mismo, que defendió el perdón a los seguidores de Trump que irrumpieron en el Capitolio en 2021, justificó sus palabras en una entrevista con Arizona Mirror: “No tienen doble sentido, es lo que es”.
Nancy Gutierrez, líder demócrata en la Cámara estatal de Arizona, condenó la amenaza y apuntó que Gillette “malinterpreta” el mensaje de Jayapal para convertirla en un blanco.
“¿Qué tendrá que decir antes de que los líderes republicanos tomen medidas? Este lenguaje provoca violencia, nos pone en riesgo a nosotros y a nuestras familias”, afirmó Gutierrez.
En el último año, Gillette ha sido señalado por su retórica incendiaria. Tras la muerte del activista conservador Charlie Kirk, culpó a los demócratas del clima de violencia política. En un mensaje a los 59 miembros republicanos de la Cámara, escribió:
“El tono lo marcó su partido; ya no hay unidad. Les ofrecimos una rama de olivo y la rompieron, su partido invitó a los radicales y ahora son responsables.”
También comparó a líderes demócratas con responsables de ataques históricos como Pearl Harbor y el 11-S, en un discurso señalado como antisemita y xenófobo.
La polémica se suma a un ciclo de enfrentamientos crecientes en EEUU, donde la división política se traduce en amenazas directas y discursos violentos contra figuras públicas. Por ahora, no hay indicios de que Gillette enfrente una sanción formal dentro del Partido Republicano ni en el Congreso estadounidense.
