Donald Trump lanzó un ultimátum directo al grupo palestino Hamás al presentar esta semana un plan para poner fin al conflicto en la Franja de Gaza.
El mandatario estadounidense advirtió que si Hamás rechaza el plan de 20 puntos, “pagará en el infierno” y enfrentará un “final muy triste”. Trump dijo que el grupo tiene entre tres y cuatro días para aceptar la propuesta que busca un “fin inmediato de la guerra”.
“Hay una firma que necesitamos y […] pagarán en el infierno si no lo hacen. Espero que firmen, por su propio bien”, afirmó Trump durante un encuentro con militares.
El plan contempla la retirada de las tropas israelíes y la congelación de hostilidades a cambio de la liberación inmediata de los rehenes. Israel debe liberar a 250 prisioneros con cadena perpetua y a 1,700 detenidos tras el 7 de octubre.
Hamás y otros grupos armados deben renunciar a la administración de Gaza, y a quienes depongan las armas se les ofrecería amnistía. Un “gobierno transitorio temporal” será establecido, dirigido por un comité palestino tecnócrata y supervisado por una Comisión de Paz presidida por Trump y con miembros internacionales como el ex primer ministro británico Tony Blair.
Además, se plantea la creación inmediata de una fuerza internacional de estabilización para reemplazar al ejército israelí, que se retirará una vez desplegadas las tropas internacionales.
Trump afirmó que en caso de rechazo, dejará que Israel “haga lo que tenga que hacer” para enfrentar a Hamás en Gaza.
El plan ha recibido respaldo de múltiples países de la región, incluyendo Egipto, Indonesia, Jordania, Pakistán, Catar, Arabia Saudita, Turquía y Emiratos Árabes Unidos. También apoyan la iniciativa naciones como India, China, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España.
Desde Moscú, el portavoz de Vladimir Putin dijo que Rusia apoya cualquier esfuerzo para terminar con la tragedia en Gaza.
Sin embargo, un alto dirigente de Hamás indicó que lo más probable es que rechacen el plan, calificándolo de una herramienta que “sirve a los intereses de Israel” y viola las aspiraciones palestinas. Rechazan también la desarme y la presencia de fuerzas internacionales, que interpretan como una nueva forma de ocupación.
El plan sostiene que no habrá desplazamientos forzados y quienes hayan salido de Gaza podrán regresar al enclave.
Trump defendió que este esfuerzo “sirve a los intereses de Israel” y aseguró que la propuesta pudo haber puesto fin a “la más grande de las guerras” si hubiera sido aceptada antes.
