La Universidad de Bretaña Occidental (UBO) en Brest mantiene y amplía sus colaboraciones con gigantes del sector militar como Thales, Naval Group y la Marina Nacional, a pesar de las fuertes protestas estudiantiles.
Menos de un mes después de retirar la acreditación al colectivo estudiantil Le Poing Levé Brest por denunciar los vínculos de la universidad con Thales – acusada de complicidad en el genocidio en Palestina –, la UBO organizó una serie de eventos que muestran un apoyo explícito al complejo industrial bélico.
Entre el 16 de septiembre y el 17 de octubre, la facultad de Letras y Ciencias Humanas recibe la exposición «20 años del Servicio Histórico de la Defensa», con el respaldo del Ministerio de las Fuerzas Armadas. Nueve conferencias celebran el historial militar francés, incluyendo elogios al portahelicópteros Jeanne d’Arc, construido en Brest y protagonista de operaciones militares controvertidas, como la intervención en Haití en 2004.
El 3 de octubre, la UBO programó una jornada sobre «Defensa e industrias: estrategias ante la doble restricción energía-clima» con los Shifters de Brest, fundados por el ingeniero Jean-Marc Jancovici. La sesión incluye una mesa redonda con representantes de la Marina Nacional, Thales y Naval Group; además de presentaciones sobre economía baja en carbono y debates con empresas locales, entre ellas Génavir, acusada de ejercer violencia y racismo laboral.
Jean-Marc Jancovici no es un actor nuevo en esta mezcla de ecología y militarismo. Ha participado en mesas redondas auspiciadas por Thales y ha dictado conferencias en la Escuela de Guerra de París con apoyo del Ministerio delas Fuerzas Armadas, promoviendo la descarbonización militar y resaltando la “ventaja estratégica” de esta para la defensa nacional.
Su asociación, el Shift Project, financiada por fondos de inversión y consultoras ligados al capitalismo financiero, impulsa la industria nuclear y la militarización bajo la apariencia de innovación climática. La colaboración con la Défense e instituciones como el CNRS o la École Polytechnique ayuda a fortalecer estos lazos.
Frente a este contexto, los estudiantes y el personal universitario critican duramente la cooptación de la universidad pública en Brest por intereses militares y empresariales que consideran contrarios a los valores académicos y éticos. La estrategia del gobierno de Macron y el nuevo primer ministro Sébastien Lecornu, exministro de las Fuerzas Armadas, apunta a acercar a la juventud a la defensa y al armamento como prioridades estratégicas nacionales, un giro que también se refleja en la reforma de la Jornada de Ciudadanía y Defensa.
La tensión va en aumento ante las crecientes guerras internacionales y el endurecimiento de las políticas represivas. Grupos estudiantiles y de personal universitario llaman a la movilización para denunciar los vínculos con la industria armamentística, el greenwashing militar y el avance de la militarización dentro y fuera de las aulas.
La UBO en Brest parece decidida a asumir su papel en este engranaje, subrayando la contradicción entre la educación pública y los intereses del complejo militar-industrial en plena guerra informativa y económica.
