Venezuela arrancó este miércoles su temporada navideña de forma oficial y anticipada, en medio de la creciente tensión con Estados Unidos. Cientos de personas se reunieron en la Plaza Bolívar de Caracas para el acto central donde la alcaldesa chavista Carmen Meléndez encendió las luces navideñas y dio inicio a una festividad que, según el Gobierno, se celebrará en “paz”.
El presidente Nicolás Maduro anunció este adelanto en septiembre defendiendo esta tradición chavista como una “fórmula” que impulsa la economía, la cultura y la alegría popular. En su intervención, dijo que “Venezuela huele a Navidad desde este 1 de octubre” y destacó un “derecho sagrado a la felicidad” para el pueblo.
El ritual contó también con el encendido de la gran cruz en el Waraira Repano, la montañosa formación que domina el norte de Caracas, y un concierto con la Orquesta Sinfónica Municipal y agrupaciones musicales. El jefe de Gobierno local, Nahum Fernández, prometió una agenda cultural progresiva con el Ministerio de Cultura, y rechazó las críticas externas hacia el adelanto festivo.
En el populoso barrio de Petare, la Guardia del Pueblo, en coordinación con autoridades, organizó una jornada donde repartieron gorros navideños y bengalas, junto con refrigerios para decenas de niños. El mayor Jhoan Manuel Olages, comandante en Petare, destacó la “perfecta fusión popular-militar-policial” ordenada por Maduro para celebrar el inicio de la Navidad.
La vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez recordó recientemente que Maduro firmó un decreto de “conmoción externa” que otorga “poderes especiales” para actuar en defensa y seguridad ante las “amenazas” que atribuyen a Estados Unidos, que mantiene un despliegue naval en el Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico vinculado a Venezuela.
Los venezolanos, según activistas como Diana Romero de la organización Una Sonrisa, Una Esperanza, reciben bien el adelanto navideño que busca ofrecer un respiro ante la tensión y la incertidumbre generada por la presencia militar estadounidense. Romero expresó rechazo a una posible intervención externa y mostró preocupación por la violencia que sufre la población civil en zonas en conflicto internacionales como Gaza.
En el estado Zulia, fronterizo con Colombia, también se vivieron celebraciones con música y decoraciones en la plaza de la República de Maracaibo, sede del principal complejo petrolero de Venezuela. La versión chavista presenta esta Navidad anticipada como un mecanismo para reforzar la unidad y la resistencia social frente a presiones externas.
La situación —con la oposición y Estados Unidos alertando sobre la militarización en el Caribe y el gobierno chavista declarando poderosas medidas de defensa— marca un contexto de alta tensión mientras los venezolanos comienzan oficialmente sus fiestas navideñas adelantadas y altamente simbólicas.
