Una mujer fue descubierta viviendo en un apartamento de Carcassonne con más de 300 cadáveres de gatos guardados en cajas y bolsas, además de 30 gatos vivos y un perro en un estado grave de salud. La policía y asociaciones protectoras llegaron tras una denuncia de una vecina preocupada por el maltrato del perro, que tenía el “dos pelado”.
Los efectivos accedieron al inmueble el 25 de septiembre y se encontraron con un escenario dantesco. “Una verdadera casa del horror”, resumió Jean, un investigador voluntario de la fundación 30 Millones de Amigos. La mujer convivía con numerosos animales en extrema insalubridad, algunos con enfermedades como leucose felina, un virus incurable, o gale contagiosa.
“El olor era insoportable”, explicó otro investigador. Incluso la empresa de limpieza especializada DHAS, acostumbrada a intervenir tras siniestros graves, no había visto algo así jamás.
Según la investigación, la mujer robaba gatos de la calle o los recogía de anuncios que aseguraban cuidados. Luego los registraba a nombre propio en veterinarios, aduciendo que eran abandonados. La acumulación de cadáveres en el apartamento incluía almacenamiento con tierra en cajas de plástico y bolsas de pienso.
Las asociaciones trabajan ahora en una denuncia formal por actos de crueldad animal que podría acarrear hasta dos años de cárcel y multas de 30.000 euros. La investigación sigue abierta para aclarar el alcance de estos abusos y el bienestar de los 30 gatos y el perro aún vivos.
La policía pide colaboración para detectar casos similares, alertando sobre las señales de hacinamiento y maltrato en viviendas particulares.
