La Unión Europea pidió esta semana la adopción urgente de medidas para regular las criptomonedas estables, conocidas como “stablecoins”. Este tipo de activos digitales está diseñado para mantener un valor constante al vincularse a monedas tradicionales o canastas de activos.
La preocupación crece ante la expansión acelerada de estas criptomonedas en Europa y el mundo, que podrían poner en riesgo la estabilidad financiera si no se controlan. Bruselas advierte que la falta de regulación puede facilitar fraudes, evasión fiscal y problemas de liquidez.
Las stablecoins funcionan como un puente entre el dinero tradicional y las criptomonedas, pero su creciente uso obliga a los legisladores a actuar rápido. Fuentes comunitarias señalan que buscan evitar que sistemas paralelos sin supervisión afecten la economía real.
El foco está en proteger a los usuarios, garantizar la transparencia y blindar los mercados contra movimientos especulativos excesivos. Aseguran que los emisores deberán cumplir con requisitos estrictos de reserva y liquidez, además de reportes financieros claros.
El debate, que avanza en varios frentes con bancos centrales y autoridades financieras, refleja la urgencia de una regulación que aun no está armonizada en el bloque europeo. Se espera que las propuestas finales incluyan límites a la emisión y mecanismos de control más rígidos para mitigar riesgos sistémicos.
La regulación de stablecoins es un tema que afecta directamente a Colombia y otros países que usan criptomonedas y dependen de intercambios internacionales. El movimiento europeo puede ser un antecedente clave para futuras normativas en América Latina.
La Unión Europea apuesta a que la estabilidad del mercado cripto debería estar garantizada para preservar la confianza de los usuarios y evitar crisis económicas provocadas por fallas en estos activos digitales.
El mensaje es claro: las stablecoins ya no pueden operar al margen de la ley ni sin supervisión porque en juego está la salud financiera global.
